El centro hospitalario reparte a pacientes con Covid-19 en varias plantas que no cuentan con personal formado en el manejo de la enfermedad.
“Psicológicamente estamos fundidos y desbordados”. Es el sentir generalizado de los trabajadores de la planta 11 Norte del Hospital Insular de Gran Canaria expresado por uno de ellos, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Este equipo de sanitarios lleva desde el inicio de la pandemia atendiendo a pacientes contagiados con la Covid-19 y denuncian la inestabilidad laboral que les imponen desde la Gerencia y la falta de diálogo.
El pasado viernes fueron informados de que, por segunda vez, se desmantelaba la planta y la docena de profesionales que habitualmente trabaja en ella pasaría a ser personal de refuerzo del hospital, por lo que cada día tienen que preguntar a qué departamento deben acudir durante la jornada.