Los locales pretenden sumar para no descolgarse en la pelea por la salvación y los visitantes para no perder la estela del Eibar.
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Gonzalo Plata vuelve al equipo 10 días después.
Sanse y Real Valladolid llegan al último encuentro del año y de la primera vuelta con la intención de sumar tres puntos para irse a las vacaciones navideñas para acercarse a sus respectivos objetivos .
Los donostiarras pretenden acercarse a la salvación con una victoria, mientras que los vallisoletanos necesitan los tres puntos para seguir la estela del Eibar en esa carrera por el segundo puesto que da derecho al ascenso directo.
Un triunfo aunque sea por caridad. Como si estuviera pidiendo un favor que necesita como el comer, al Sanse le urge ganar como sea esta tarde en el Reale Arena, sino quiere llegar a navidades habiendo sumado cinco partidos seguidos sin conocer la victoria y con la permanencia a más de dos partidos. El problema es que el rival que ha escogido para su ansiada reacción no es precisamente el más adecuado, un Real Valladolid que apunta a claro candidato al ascenso a Primera. Dificultad máxima para el filial de la Real Sociedad.
Aunque en la previa hay varias lecturas que pueden dar esperanza a unos y otros. Desde el punto de vista del Sanse, aunque es verdad que el rival es muy fiero, quizá fuera es menos de lo que amenaza. Porque el Valladolid baja enteros cuando fuera lejos de Zorrilla y se convierte en un equipo menos consistente, lo que no le ha impedido instalarse ya en la zona noble. Pero desde el 23 de octubre no sabe lo que es ganar a domicilio. Es demasiado tiempo. Eso puede llenar de optimismo a los potrillos de Xabi Alonso. Pero luego viene la vuelta, porque el equipo pucelano debe saber que visita al peor equipo como local de toda la categoría con diferencia. El Sanse solo ha sumado 6 puntos de 30 posibles en el Reale Arena. Eso le penaliza en la clasificación. Y luego está el apartado goleador, porque se enfrentan el equipo que más tantos encaja (39 el Sanse) contra el segundo que más marca (31 el Valladolid). Otro de los detalles a tener en cuenta es que los pucelanos quieren romper la racha ante recién descendidos. Ha jugado con tres y no ha ganado a ninguno de ellos.
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Para intentar reaccionar ya, Xabi Alonso echará mano de su guardia pretoriana, regresando a la defensa que más alegrías le ha dado, con Urko y Arambarri, y puede que Karrikaburu vuelva a tener su oportunidad desde el inicio, porque el Sanse necesita goles. Y habrá que ver qué jugadores del primer equipo acaban bajando para echar una mano al filial: Turrientes, Robert Navarro y Pacheco tienen serias opciones de reforzar al Sanse en este partido marcado en rojo.
Pacheta, por su parte, recupera a dos piezas básicas para este encuentro. Vuelven a la lista Roque Mesa y Gonzalo Plata. El primero lo hará después de perderse el encuentro ante el Real Oviedo por sanción y haber jugado una hora en el encuentro ante Las Palmas de Copa del Rey. Su presencia es básica para el Real Valladolid pues ha demostrado ser el mejor capitán del barco pucelano cuando lleva el timón y ser un jugador diferencial en Segunda. También marca diferencias Gonzalo Plata que regresa a la convocatoria después de 10 días tras el accidente que provocó en el centro de Valladolid a altas horas de la madrugada. Tras un proceso gestionado por Pacheta, el técnico ve recuperado al jugador para servir al equipo. Su desequilibrio, desborde y gol son necesarios para el equipo.
Con la incorporación de Mesa y Plata, Pacheta podrá contar, casi, con su equipo de gala salvo en el centro de la defensa. La ausencia de Joaquín hará que Javi Sánchez y El Yamiq sean los centrales del equipo, los que cubran las espaldas a sus compañeros en el afán de atacar el área rival con un Shon Weissman, con nueve goles, como principal estilete. Y alrededor de él jugadores de mucha calidad como Sergio León, Toni Villa o Álvaro Aguado en busca de tres puntos importantes en la pelea por el ascenso directo justo antes de partir de vacaciones.
