Un Leganés instalado en la equidistancia de las zonas calientes del campeonato recibe a un Málaga amenazado por el descenso, pero esperanzado con la era Guede.
Agoniza la temporada y en las siete jornadas que le restan de vida emergen tres clases de equipos. Los de las contantes vitales disparadas por el sueño del ascenso, los taquicárdicos por mantener la categoría y aquellos bradicárdicos de pulsaciones bajas que pululan en la nada absoluta. Sin objetivos por arriba. Sin riesgos por abajo. Hoy Butarqueacoge un duelo entre representantes de estas dos últimas especies: un Leganés zambullido en un meritorio limbo y un Málaga aquejado de vértigo al descenso. Insípido menú que invita a un potaje sin chicha que echarse a la boca. Cuaresma de fútbol en plena Semana Santa.
No, el escenario no invita al optimismo de acoger unas gradas llenas visto que el conjunto local se juega sólo el orgullo, poco ingeniosa fórmula eufemística que, a estas alturas de temporada, es sinónimo de escaso espectáculo. Esa percepción de curso en demolición llega sólo siete días después de una esperanzadora visita al Tartiere. De haberse ganado en Oviedo, este choque ante el Málaga sería para el Lega una batalla por acceder al playoff, pero con la zona de privilegio ahora a 9 puntos, luchar por estar arriba es casi utopía matemática. El descenso, mientras, permanece a 14 puntos. Esa equidistancia con las zonas calientes es la que invita al tedio competitivo.
Llamada al orgullo
Tampoco ayudará a ver una buena entrada las fechas festivas o el horario de siesta. Y pese a ello, Nafti confía en que haya buen ambiente porque “nuestra gente siempre responde”. El técnico del Leganés se ha empeñado en las últimas horas en hacer llamamientos al orgullo de su tropa para evitar que el final de curso se convierta en un dejarse llevar que mancille sus buenos números desde que se hizo con un conjunto embarrado en el descenso. Su futuro (quizá el de muchos miembros de esta plantilla) podría estar condicionado por el poso que deje el final de curso. De ahí su llamamiento constante a un desenlace honroso. Para él. Para sus jugadores.
Con la duda Gaku, por un golpe sufrido en la cadera ante el Oviedo, y la posibilidad de que reserve a Qasmi y Cissé para librarlos de problemas musculares derivados de la práctica del Ramadán, el técnico podría agitar un once también amenazado por los cinco apercibidos. A saber: Nyom, Sergio González, Javi Hernández, Qasmi y Bautista. Recio, ex malaguista, retornará a la alineación tras cumplir ciclo. Pieza básica, tendrá delante el equipo en el que se formó y en el que quiere retirarse. El Leganés no conoce la derrota en Butarque con Nafti en el banquillo.
Subidón malaguista
El Málaga acude a Butarque con las pilas más cargadas gracias a su buena imagen de la semana pasada contra el Valladolid pese al 2-2 y al carácter que transmite Pablo Guede, su tercer entrenador en esta decepcionante temporada. Los malagueños, metidos de lleno en una improvisada y no deseada liguilla de permanencia con Sanse, Amorebieta y Fuenlabrada, llevan cinco jornadas sin vencer. La estadística se pone estremecedora si miramos que desde que derrotaron a Las Palmas el 20-11-2021 solo han ganado dos de los siguientes 18 partidos. Así no se puede ir por la vida.
El capítulo de bajas sigue siendo peliagudo. A las conocidas lesiones de Hicham. Chavarría, Juande, Lombán y Cufré, hay que añadir la de Adrián López, que se ha vuelto a romper, en esta ocasión el cuádriceps derecho. Como novedad Pablo Guede se lleva convocado a Luis Muñoz (en su día en la agenda del Leganés), recuperado ocho meses después de su lesión de ligamentos cruzados. Guede se lo lleva “como premio a su trabajo” pero no para jugar. Otra novedad es Sekou Gassama, que no jugó en Valladolid por la famosa ‘cláusula del miedo’, pero que apunta a riesgo en el área del Leganés. Peligro que seguramente liderará Brandon Thomas, fugaz pepinero la temporada pasada y con cuentas pendientes por tan corto (y frustrante) paso por el sur de la capital.
A todo esto, el técnico ha desmentido con rotundidad que haya pedido el fichaje del lateral chileno del Colo Colo Gabriel Suazo. “Eso es mentira. Yo vine al Málaga para dar y no para pedir” zanjó.