El Athletic se conjura para darle una alegría a su afición en un momento clave de la temporada, ante un Celta que se está complicando el final de curso.
Athletic Club y R.C. Celta de Vigo se miden con la intención de frenar la caída libre en la que están inmersos. Ambos conjuntos buscan una victoria que sirva como punto de inflexión y les acerque a la consecución de sus respectivos objetivos. Los vascos pelean por una séptima plaza que cada día está más cara, mientras que los gallegos se afanan en cerrar cuanto antes su continuidad en LaLiga Santander. San Mames empujará a los suyos con la intención de que apuren sus opciones europeas y poder vivir un final de campeonato en el que tener algo en juego.
Los rojiblancos necesitan cambiar la cara
El Athletic tras caer derrotado con estrepito en La Cerámica ante el Villarreal, alargó su racha negativa de resultados y sensaciones, en la que tan solo han sumado un punto de los últimos doce en juego.
Actualmente ocupan la octava posición con cuarenta y siete unidades y se mantienen en el grupo de aspirantes a jugar la Conference League. Tras no poner freno a su mala dinámica han visto como los equipos que ocupan los puestos que dan derecho a participar en la segunda competición continental se han escapado, cuando hace tan solo un mes les tenían a tiro.
Esta mala racha puede justificarse por la gran cantidad de lesiones que ha sufrido el equipo sobre todo en la retaguardia. Pero también se han detectado otro tipo de males ya endémicos en este equipo como la falta de efectividad en las áreas, junto a varios fallos imperdonables en la zaga que les han costado muchos puntos.
Ernesto Valverde no está teniendo capacidad para reactivar a un equipo muy previsible y sin punch. Las críticas hacia la dirección técnica del equipo comienzan a ser una constante.
El globo Carvalhal se ha deshinchado
La llegada del preparador portugués les sentó muy bien a los celestes. Pero con el paso de las jornadas el equipo celtiña ha vuelto a las andadas concediendo en demasía y complicándose más de lo esperado la permanencia.

Cuando mejor les pintaban las cosas y tras realizar una notable escalada en la clasificación, el Celta se ha metido en una dinámica preocupante en la que tan solo han podido vencer un partido de los últimos ocho y fue contra un Elche medio desahuciado por la mínima.
Tras su última derrota ante el Valencia por uno gol a dos, las alarmas en el Abanca Balaidos han cambiado de color. Han caído hasta la decimotercera posición con 39 puntos y su colchón con la zona roja se ha visto reducido a cinco unidades con cuatro partidos aun por disputarse. Por lo que viajarán a Bilbao con ganas de revertir esta situación y olvidarse definitivamente de los fantasmas de un descenso que se han paseado esta temporada con insistencia por Afouteza.