Que la Presidencia del Gobierno quiera reforzar el Ejecutivo, da protagonismo a Lucas Bravo de Laguna como diputado independiente por Unidos por Gran Canaria.
Lucas Bravo concurrió a las elecciones de 2019 en alianza con CC, pero su negativa a integrarse, en febrero de 2021, en la insular de Gran Canaria, con Pablo Rodríguez, ha disparado los rumores.
Si se valora como cotización en Bolsa, Lucas Bravo se ha revalorizado en cuestión de semanas y el Gobierno de Ángel Víctor Torres se ha fijado en ese escaño independiente, que podría desgajarse de CC.
La cuestión es fácil de asumir: cuantos más, mejor. Torres y Román Rodríguezsumaban 37 con el respaldo de ASG, 1 más que la mayoría absoluta, pero la renuncia de Sandra Domínguez, de AMF, a permanecer en Nueva Canarias para facilitar la moción de censura contra Blas Acosta en el Cabildo majorero, obliga a revisar todas las opciones.
El PSOE, con el respaldo de Ferraz en Madrid, trata de evitar la censura y ha recordado a NC que las transferencias presupuestarias tienen su peso en la negociación política, de manera que Alejandro Jorge (vicepresidente) es infranqueable y que se debe respetar su decisión de continuar junto a Blas Acosta.
Ahora mismo, el pacto de las flores cuenta con la duda de Sandra Domínguez, que actuará en consecuencia a su nueva condición de consejera en Fuerteventura, con lo cual se pasa a 36, el tope parlamentario. Basta que un día falte alguien…
Por eso, Lucas Bravo cobra relevancia en medio de las cuitas majoreras. Devolvería los 37 diputados al pacto y menguaría a CC en su vuelo rasante con el PP, con opciones para presidir Fuerteventura.
El PSOE anhela dejar fuera del poder a CC después de 40 años de gobierno insular con Asamblea Majorera (desde 1979, incluyendo los 4 años de IF), sin arriesgar, eso sí, el Ejecutivo autonómico y ahí los 2 Bravo (padre e hijo) son piedra angular como no habían imaginado.