Más allá de los aportes científicos contra la COVID-19, la Inmunología ha impactado de manera favorable en la salud y calidad de vida de la población cubana a lo largo de más de cinco décadas, con la implementación del Programa Nacional de Atención Integral a las Inmunodeficiencias.
Tras terminar la carrera de Medicina en 1982, la hoy doctora en Ciencias Médicas Consuelo Macías Abraham inició su vida profesional en el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI), fundado en diciembre de 1966.
«Durante mis 40 años de permanencia en el IHI, primero en el tiempo que hice la especialidad y posteriormente al desempeñarme como investigadora, docente y directora de la institución desde 2013, comprendí que la Inmunología constituye una herramienta fundamental a la hora de emprender proyectos de investigaciones biomédicas de primer nivel, cuyos resultados aportan nuevos conocimientos y generan productos y tecnologías eficaces e innovadores».
Conocer de primera mano y a profundidad los múltiples rostros de tan fascinante disciplina, selló el abrazo «infinito» de la doctora Consuelo Macías con ese campo de las ciencias médicas.
Señaló que en la actualidad la denominada Inmunología Clínica es vital en el diagnóstico y tratamiento de múltiples enfermedades que dependen de la identificación de biomarcadores específicos mediante métodos inmunológicos.
A partir de 2005, y por iniciativa de la Federación Europea de las Sociedades Inmunológicas, se celebra cada 29 de abril el Día Mundial de la Inmunología, efeméride cuya conmemoración en nuestro país es asumida por la Sociedad Cubana de Inmunología, con la participación del Grupo Nacional de la especialidad y el IHI.
APORTES DE LA INMUNOLOGÍA CUBANA
Académica titular de la Academia de Ciencias de Cuba, la profesora Macías Abraham recalcó que en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, la contribución de nuestros inmunólogos ha sido clave en el diseño y desarrollo de las vacunas cubanas, así como en la evaluación de su inmunogenicidad.
«Igualmente, devino en factor decisivo en la creación de estuches diagnósticos basados en principios inmunológicos, y en el tratamiento de la infección a través de la inmunomodulación de la respuesta inmune con productos como la Biomodulina T, la transfusión de anticuerpos específicos provenientes de pacientes recuperados, el reposicionamiento de productos biotecnológicos, básicamente anticuerpos monoclonales y péptidos de acción antinflamatoria, utilizados en los pacientes graves y críticos».
No menos significativo es el aporte de la Inmunología cubana en la rehabilitación de convalecientes con inadecuada respuesta a la vacunación, reinfecciones y lesiones pulmonares como secuelas de la enfermedad, resaltó la científica.
Otra arista de la contribución de la especialidad en el combate a la pandemia está asociada con el manejo de la neutralización viral a partir de la transferencia de anticuerpos específicos, mediante la transfusión de plasma convaleciente y el empleo de esquemas de tratamientos novedosos, entre ellos, el uso de la medicina regenerativa a través de la acción inmunorreguladora ejercida por células madre en el enfermo con lesiones pulmonares posCOVID.
De acuerdo con lo expresado por la Jefa del Grupo Nacional de Inmunología del Minsap, como quizá nunca antes en su historia, la especialidad tiene un indiscutible protagonismo en el contexto científico y social a nivel mundial.
La doctora Macías Abraham fue elegida hace un tiempo para participar en el Grupo Partenariado de Academia de Ciencias del mundo, encargado de aportar conocimientos científicos, experticia y valoraciones éticas en el campo de la Medicina Regenerativa.
Puntualizó que más allá de los aportes científicos contra la COVID-19, la Inmunología ha impactado de manera favorable en la salud y calidad de vida de la población cubana a lo largo de más de cinco décadas, con la implementación del Programa Nacional de Atención Integral a las Inmunodeficiencias.
Calificó de trascendente el desarrollo de los estudios de histocompatibilidad o compatibilidad de tejidos impulsados por el IHI, la Organización Nacional de Trasplante y el Minsap, lo cual permite una mejor selección del donante para el trasplante renal y hematopoyético.
Lo anterior, subrayó, propicia lograr mayor supervivencia del riñón trasplantado y la recuperación más rápida de los indicadores hematológicos del paciente beneficiado con esa compleja cirugía.
Significó que las mejoras introducidas en el diagnóstico inmunológico y la aplicación de avanzados protocolos terapéuticos, posibilitaron que en Cuba alrededor del 80 % de los niños aquejados de leucemia infoblástica aguda logren curarse, resultado comparable al de naciones desarrolladas, mientras se observan avances promisorios en el control y supervivencia en adultos con leucemias.