IFA, dominada por Lopesan, compra los derechos de Manuel Santana Cazorla y se hace con el control de Anfi del Mar, la segunda compañía mundial de multipropiedad, con una plantilla de 600 personas, actualmente en concurso de acreedores.
El grupo Santana Cazorla ha comenzado su proceso de desintegración. El enfrentamiento cada vez más enconado entre los dos hermanos que lo lideraban, Manuel y Santiago Santana Cazorla, ha conducido al primero a vender los derechos de liquidación de su 50% en la compañía, algunas de cuyas empresas se encuentran en concurso de acreedores, y dejar a Santiago solo frente un proceso que se antoja complicado dada la situación precaria del conglomerado, propietario, entre otras mercantiles, del grupo Anfi del Mar, el segundo operador mundial de multipropiedad después de Disney.
Manuel y Santiago Santana Cazorla llevan años de litigio en los tribunales de justicia, incluida la jurisdicción penal, especialmente por procedimientos promovidos por el primero al descubrir una presunta descapitalización del grupo a través de sociedades interpuestas en Suiza y en Canarias. Hace años que Santiago Santana Cazorla tiene su domicilio fiscal en Marruecos en un intento que fuentes empresariales del grupo asocian directamente a las querellas de su hermano.