La misiva del Cardenal habanero es la tercera gestión discreta de la Iglesia Católica con el poder comunista, tras los «gestos» de los obispos de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, y Camagüey, Wilfredo Pino Estévez, quienes consiguieron la interrupción del cerco represivo contra José Daniel Ferrer García, , y la liberación sin cargos de Bárbaro de Céspedes, cuando estuvo detenido la primera vez.
El Cardenal de La Habana, Juan de la Caridad García Rodríguez, no ha recibido aún respuesta del gobernante partido comunista, a una carta suya intercediendo por el joven artista Luis Manuel Otero Alcántara, dijo a CiberCuba una fuente próxima al Arzobispado habanero, que no precisó la fecha del envío postal.
La Iglesia católica cubana, la Nunciatura Apostólica en La Habana y el partido comunista, único legal en Cuba, mantienen silencio oficial sobre la carta de Arzobispo de La Habana a Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central, pero fuentes eclesiales coincidieron en confirmar que «se trata de una iniciativa fruto de una reflexión de obispos preocupados por Otero Alcántara, la represión y por la suerte de Cuba».
El líder del Movimiento San Isidro (MSI), Luis Manuel Otero Alcántara, cumplió este domingo cuatro semanas recluido en el hospital habanero «Calixto García», imposibilitado de comunicarse libremente con parte de su familia, amigos y activistas; desde que el 2 de mayo, oficiales de la Seguridad del Estado allanaron su domicilio, donde mantenía una huelga de hambre y sed, de ocho días, en protesta ante el acoso constante de las autoridades y la destrucción de parte de su obra.