Un doblete del argentino en la primera parte le basta al Oviedo para cortar su mala racha.
Los visitantes perdonaron una goleada. El tanto de Suárez, puro maquillaje.
Si no fue una apisonadora, lo pareció. El Oviedo, dando una asombrosa lección de solidez en ambos lados de la cancha, se acaba de llevar con toda justicia los tres puntos del Estadio Gran Canaria. Nahuel hizo dos goles, y su equipo, él incluido, perdonó varios más. Las Palmas, que sigue sin tapar su vía de agua defensiva, 14 goles encajados ya, suma su primera derrota del curso en la Isla.
Con lo justo, y en apenas dos minutos, se pusieron al partido por montera Nahuel y el Oviedo en la primera parte. Cierto es que Las Palmas llevaba la iniciativa, pero los azules en ningún momento parecían descomponerse, bien pertrechados atrás, acaso esperando la mínima ocasión para galopar hacia la portería de Valles.
El primer aviso llegó, cómo no, por parte de Nahuel y en el minuto 18, cuando entre el pase de la muerte que le metió Borja y el 0-1 solo se interpuso un atento Álex Suárez. Lo que pudo ser y no fue sucedió apenas un minuto después con idénticos protagonistas pues el propio Nahuel, en pugna con el central gran canario, remató al palo derecho de Valles para, ante el despiste del zaguero, coger el rechace y hacer el 0-1 a puerta vacía.
No contento con eso, el atacante argentino se volvió a lucir apenas 120 segundos después cuando, en un perfecto contragolpe, aprovechó un tremendo pase de Sangalli para plantarse solo delante de Valles y marcar el 0-2. Con muy poco, el Oviedo le había hecho muchísimo daño a Las Palmas, destrozando en apenas dos minutos el plan de partido local.
Enredado por completo en la tela de araña rival, la formación local actuaba a tirones, apenas intentando alguna jugada aislada que le devolviera a la vida, únicamente Araujo creando algo de peligro con sendos disparos cómodos pero fáciles de atajar para Femenías. Incluso, pudo llegar el 0-3 si, de nuevo, Suárez no se hubiera interpuesto entre Nahuel y Leschuk cuando este se las prometía muy felices para hacer el 0-3.
En el segundo acto no hubo ni la más mínima posibilidad no solo de que Las Palmas remontara, sino de que opositara a soñar con ello. De hecho, pudo marcharse el Oviedo de Gran Canaria con una goleada todavía mayor. Álvaro Valles, pese a la tortura sufrida, se puso la capa de héroe al pararle a Leschuk el penalti que Sergio Ruiz le hizo a Sangalli, validado además por el VAR.
Seguía agazapado el equipo asturiano, pero es que de los locales solo había noticias malas. Estas pudieron ser mucho peores cuando, el minuto 61, el Oviedo perdonó el tercero tres veces en la misma jugada. Primero, tras una gran parada de Valles a Sangalli. Después, cuando Borja estampó el balón en el palo acto seguido. Y por último, cuando Nahuel, en el rechace, mandó el cuero por encima del larguero cuando lo fácil era hacer el 0-3.
Ni siquiera con el penalti parado, mucho menos tras la amnistía del Oviedo, muy superior, reaccionó Las Palmas. Así, la primera derrota de la temporada en casa del equipo grancanario, que continúa desangrándose en defensa (14 goles encajados, más que nadie en Segunda División), estaba más que cantada.
Un atisbo de ilusión alumbró el escarpado camino de Las Palmas cuando, a falta de dos minutos para el 90, Benito botó un córner que conectó perfectamente Álex Suárez con la cabeza para hacer el 1-2 y avivar lo que parecía un insulso final de partido. Solo entonces la UD pareció poder arrinconar al Oviedo, limitado por sí mismo a defenderse de las acometidas rivales.
Pese a todo, el marcador no se movió y los muchachos de Ziganda cortaron así su preocupante racha, que hasta esta tarde se traducía en un punto conseguido de los 12 anteriores en juego. Pese a los mínimos apuros finales, ni un pero debe ponerse a su victoria de esta tarde en medio del Atlántico. Las Palmas, mientras, acaba este primer atracón de partidos con la sensación de que, si no se centra en defensa, no siempre le bastará con su portentoso ataque, hoy casi desaparecido. Así se las gastan en Segunda División.