Los locales acabaron con dos jugadores menos tras las expulsiones de Mujica y Navas.
Quedan a ocho puntos del playoff.
Los de Michel se afianzan.
Todo lo que le podía salir mal a Las Palmas le salió esta tarde mucho peor. No solo perdió contra un rival directo por los playoff, el Girona, sino que además acabó con apenas nueve futbolistas sobre el campo. Los de Míchel apuntalan su posición de privilegio mientras que el equipo grancanario, en plena caída libre, más de tres meses sin ganar en casa, quedan a ocho puntos de la zona noble.
Como viene siendo habitual, Las Palmas comenzó el partido amasando la posesión del balón, intentando mecer el cuero, ni que le estuviera cantando una dulce nana al Girona. A ello contribuye sobremanera el omnipresente Viera, con total libertad para hacer y deshacer a su antojo, auténtico capitán general de su equipo. Así llegó un precioso pase de más de 40 metros del 21 hacia Jesé, que fue perdiendo fuerza paulatinamente antes de rematar demasiado flojo a las manos de Juan Carlos.

Se esmeraba el equipo de García Pimienta en la demandada presión alta tras pérdida, aunque los pibes de Michel fueron recuperando aliento poco a poco hasta que un penalti de Aleix García sobre Jesé lo acabó transformando este, para hacer el 1-0, tras una perfecta ejecución desde los 11 metros. Tuvo que ser el VAR quien informara a Arcediano Monescillo de un pisotón que no admitía discusión alguna.
Con la moral alta bien pareciera Las Palmas un equipo intocable, y así lo demostró tras ese gol de Jesé. El Girona parecía ni oler la pelota y cuando lo hacía, allá que iban los de García Pimienta a recuperarla. Sin embargo, un mal despeje de Mfulu le dejó una autopista a Nahuel Bustos con destino al peaje de Álvaro Valles, muy atento cuando al delantero rival la pelota se le fue demasiado larga.
El partido entraba en una fase valle hasta que, en apenas 60 segundos, todo cambió. Poco después de que Moleiro obligara a intervenir a un atento Juan Carlos, una gran parada de Valles tras un cabezazo de Borja García privó de hacer el empate al Girona, que un minuto después, en el 36, se encontró con el ‘regalo’ de la justa expulsión de Rafa Mujica, evocadoras sus lágrimas posteriores, que quiso lucirse demasiado en un balón suelto ante la presencia de Bueno.
Implorando Las Palmas que llegara ya el descanso, Lemos apareció demasiado tarde junto al hiperactivo Nahuel Bustos, y tuvo que ser el VAR quien detectara que la infracción se produjo, por nada y menos, fuera del área. El acoso gerundense era total, por lo que el 1-0 al descanso era media vida para la hueste local.
En el segundo acto, como no podía ser de otra forma, el acoso y derribo del Girona fue total. Cierto es que Las Palmas tenía de momento un futbolista menos, pero bien pareciera alguno más. Nada más salir ambos equipos del vestuario ya Valles se lució tras un cabezazo de Baena. Los locales no se salían de su campo, por lo que la segunda parte se anunciaba infinita.
Mucho aguantó el equipo gran canario, en concreto hasta el minuto 62. Fue entonces cuando una magnífica combinación entre Iván Martín, Samu Saiz y Nahel Bustos acabó con este último, que se puso el partido por montera en la segunda parte, rematando a placer el 1-1. Apenas 180 segundos el marcador cambió de nuevo tras un gran cabezazo del propio Bustos a centro de Jairo, quien completara una actuación monumental.
Las Palmas perdió los papeles por completo especialmente Raúl Navas, el más veterano del equipo, quien fue expulsado por agredir a Terrats. Presa de la desesperación, el central sevillano condenó a su equipo a terminar de ofrecer una dantesca imagen ante los más de 12.000 presentes en las gradas.
El Girona dio un paso atrás, conforme ya con el 1-2 y la superioridad numérica por el césped. Buscando la heroica, Las Palmas se lo jugó todo a un par de lanzamientos a balón parado que no llegaron a donde sí lo hizo Valery, que en el descuento anotó el definitivo 1-3.
Tras el intenso envite de esta tarde, el Girona afianza su puesto de playoff. Mientras, Las Palmas pudo haber firmado su liquidación. Queda ya a ocho puntos de los puestos de honor y sigue en caída libre, apenas 6 de 21 puntos tras el cambio de entrenador, evidenciando una vez más, ni que hiciera falta, esos tremendos fallos estructurales que van mucho más allá del banquillo.