El empate sin goles frena las expectativas de resurrección de ambos equipos.
Raúl salva a los locales en el descuento. Ambos reclamaron penalti al final.
De momento, pese a las apreturas de ambos, la vida sigue igual para Las Palmas y Real Sociedad B. Acumularon méritos y ocasiones para salir del atasco clasificatorio en el que andan metidos, pero el 0-0 deja sin apenas efecto el debut de García Pimienta en el banquillo insular y las buenas intenciones de los muchachos de Xabi Alonso.
Homenaje de Las Palmas a Rafa Nadal en los prolegómenos del partido ante la Real Sociedad B.
Como corresponde a su condición de local y mejor clasificado, comenzó mandando Las Palmas. Ante una Real B bien ordenada, como así mandan los cánones de Xabi Alonso, el equipo donostiarra se limitaba a esperar atrás a un equipo con mucha más intención que acierto, acaso intentando hacer buena la nueva disposición 4-3-3 que tanto gusta a García Pimienta, de cualquier manera un poco verde el equipo grancanario en la materia.
De milagro no se adelantó Las Palmas en el minuto 11 cuando Viera, en una fulgurante contra, le cedió la pelota a Sadiku, una de las novedades locales, en la frontal del área para que este abriera Cardona, cuyo pase de la muerte no remató el propio Viera por apenas unos centímetros. No se achuchaba la Real B, que apenas 120 segundos no se puso por delante de no ser por Raúl Fernández y Lemos, que blocaron, el segundo con el cuerpo, dos buenas ocasiones de Navarro y Lobete, respectivamente.
Poco a poco se fue soltando la formación visitante, que además enredaba a la U.D. en su propia tela de araña. Jugó a que no pasara nada, y apenas sucedían cosas sobre el pasto del Estadio Gran Canaria. Las Palmas, por su parte, una vez taponado el centro buscaba incesantemente abrir el campo a través de Jesé y Rober. Precisamente, un precioso pase largo del primero al segundo dejó al extremo emeritense solo ante Zubiaurre, a quien remató al cuerpo mientras Sadiku, poco más allá, se desgañitaba pidiendo un pase definitivo que nunca llegó.
Salía muy bien a la contra la Real Sociedad B, y así llegó una de sus mejores ocasiones cuando, al filo del descanso, Raúl estiró su pierna izquierda para sacarle un 0-1 más que cantado a Gabilondo.
Con la valentía propia de la juventud mezclada con una calidad infinita, la hueste de Xabi Alonso salió a morder tras el descanso. Tanto fue así que, nada más reanudarse el partido, Raúl Fernández tuvo que lucirse ante Martín y Lobete antes de que un espabilado Zubiaurre le quitara el 1-0 a Rober, a quien volvió a dejar solo una dulzura de Jesé, que bien pareciera un beso volado.
A través de la pelota, como mejor sabe hacerlo, empezó Las Palmas a dominar el partido, sometiendo por momentos al imberbe equipo vasco. Cuando el cuero no circulaba bien, allá que avanzaban sorteando rivales las dos estrellas insulares, Jonathan Viera y Jesé. De hecho este último, con un regate marca de la casa sobre Gabilondo, a punto estuvo de marcar un gol de bandera buscando el palo largo de Zubiaurre.
En la locura de los últimos minutos parecía que el partido pudo decidirse desde el punto de penalti. Primero la Real B reclamó un penalti sobre Sola que no fue tal mientras que, en el descuento, Clemente cometió una flagrante mano tras un tiro a bocajarro de Jesé, que sin embargo estaba en fuera de juego, por tanto bien señalado, al inicio de la jugada.
Cuando parecía que todo apuntaba al 0-0, para aumentar pulsaciones en uno y otro bando, una genialidad de Lobete le plantó delante de Raúl Fernández, que sacó la pelota con el descuento consumiéndose para agonía de dos equipos que, pese a la necesidad, se quedan como estaban.