El delantero fabricó el 1-0, marcó el 2-1 y fue clave en la acción del definitivo 3-1.

La enésima exhibición del nigeriano, que suma ya 13 goles y 9 asistencias, pone líder provisional al Almería.

El Almería sigue agarrado a Sadiq. El nigeriano destrozó a otro rival, esta vez el Fuenlabrada, y acostó líder provisional al equipo rojiblanco. El ‘9’ del Almería maneja todos los registros a su antojo y va sobrado por la categoría. Incontenible, retrató a Pulido en el 1-0 para servirle el gol en bandeja a Arnau Puigmal, marcó el segundo con un cabezazo impecable y participó también de manera decisiva en el tercer tanto rojiblanco, obra de Dyego Sousa.

El Fuenlabrada mantuvo el tipo hasta el 2-1. Incluso equilibró el primer gol del Almería gracias a una combinación entre Pedro León y Bouldini. Ese tanto dio esperanzas a los madrileños, pero Sadiq, que ya suma 13 goles y 9 asistencias esta temporada, disipó la alegría azulona con su enésima exhibición de la temporada.

Segunda se le queda pequeña al ‘9’ indálico, que formó una sociedad perfecta con Puigmal para hacer añicos al Fuenlabrada. Los de Pellicer se descosieron en el segundo tiempo y el Almería se dio un baño de autoestima para meter presión y un poquito de miedo a sus rivales directos. Con Sadiq en plena forma, el Almería es un equipo difícilmente abordable.

El nigeriano cuenta con una legión importante de escuderos. Portillo es otro de los motores del Mediterráneo. Derrocha clase y sentido del juego el malagueño. En sus botas nació el gol de la tranquilidad del Almería. Una combinación con Sadiq que coronaron Puigmal y Dyego Sousa, que aprovecha las oportunidades al máximo y sigue sumando goles cada vez que acumula minutos.

Al Fuenlabrada no le quedaron piernas ni fútbol para poner en entredicho el recital de Sadiq. Cuatro victorias seguidas desde su regreso a la titularidad tras la Copa África. El ascenso del Almería pasa por sus botas. Menos despejado tiene el camino el Fuenlabrada, que sigue sumido en el pozo a pesar de la mejoría experimentada de la mano de Pellicer. En Almería se quedó a medias. Sadiq fue demasiada oposición.