El Oviedo igualó los dos goles iniciales de Sadiq y deja en el aire la tercera plaza del Almería.

Los asturianos suman un punto de oro y los andaluces dicen adiós al ascenso directo.

El caprichoso Turki Al-Sheikh decidió prescindir de José Gomes para apostar por Rubi en busca de una reacción de entrada inexistente. El efecto del cambio de entrenador le duró al Almería sólo 45 minutos. Los rojiblancos salieron en tromba. Johanneson hizo penalti a Akieme y Femenías evitó el gol de Corpas desde los once metros. Y tuvo que ser Sadiq el que abriese el marcador y pusiese contra las cuerdas al Oviedo. Un penalti de Obeng y una definición de ariete de mucha clase dispararon a los rojiblancos. 2-0 y un penalti fallado en medio partido.

Pero el efecto Rubi se diluyó tras el descanso. El Almería se las prometía muy felices y el Oviedo tiró de oficio y de fe para poner en entredicho la decisión del jeque rojiblanco y acercar un pasito más a la salvación a los asturianos. Obeng castigó un error infantil de Cuenca y Grippo dinamitó con una chilena excelsa la candidez rojiblanca en un balón parado para poner bajo sospecha el estreno del nuevo director de orquesta indálico.

El 2-2 deja en entredicho la decisión de Al-Sheikh y certifica los deberes que debe corregir Rubi para tratar de llevar al Almería a Priemra. El punto, en cambio, acerca a Ziganda y su tropa a una salvación que está a tiro de dos partidos.