Segundo triplete consecutivo como local del delantero marroquí, cuya puntería condenó a un Cádiz cuyo plan defensivo hizo aguas.

Youssef En Nesyri ha roto en goleador de nivel Champions y se encargó de volver a demostrarlo con un triplete que supuso la victoria del Sevilla ante el Cádiz. Con Suso como principal socio, el internacional marroquí dejó claro que ahora mismo vale mucho más que los 25 millones que el West Ham ha ofrecido por él.

El Sevilla realizó un encomiable ejercicio de paciencia durante la primera mitad. Intentar derribar la muralla defensiva planteada por el Cádiz así lo requería. El plan era dar amplitud al campo para encontrar espacios, pero sin poder caer en el más mínimo despiste puesto que el Cádiz buscaba penalizar los errores saliendo a toda velocidad, aunque con escasa suerte. Los minutos pasaban pero Suso, inspiradísimo, había cogido el mando de las operaciones y a base de insistencia, llegó el premio. Suso caracoleó, se hizo un hueco, disparó y se encontró con el palo, pero por ahí andaba En Nesyri para cazar el balón suelto y adelantar a los suyos.

Era el minuto 35 y al Cádiz se le torcía el plan, aunque la situación aún iba a empeorar prácticamente en la siguiente jugada. En Nesyri ganó en velocidad a Alcalá y éste sólo pudo detenerlo en falta, metiéndole involuntariamente un dedo en el ojo al marroquí. No afectó esto al punto de mira del delantero sevillista, que leyó a la perfección la jugada de estrategia ejecutada, una vez más, por Suso y amplió la ventaja en el marcador.

Le quedaba toda la segunda mitad al Cádiz para intentar la machada de la remontada pero no era la tarde de los de Cervera. Porque la tarde era propiedad de En Nesyri, que a la hora de partido aprovechó un fallo en cadena de la defensa visitante para imponer su poderío aéreo y sellar su segundo triplete consecutivo en el Sánchez Pizjuán. Al marroquí le salía todo. Al Cádiz, nada.

El partido estaba sentenciado y llegó el momento de relajación del Sevilla, lo que aprovechó el Cádiz para disponer de unas cuantas ocasiones interesantes, pero Bono abandonó su condición de espectador para dejar varias paradas de nivel. Se volvió a celebrar un Sevilla-Cádiz de Liga en Nervión 15 años después y En Nesyri se encargó de resolverlo.