El Mirandés se sobrepone a las bajas y es en el primer equipo en derrotar al Sporting en el estadio gijonés remontando un gol de Djuka, de penalti.

El estadio El Molinón-Quini ya no es un fortín inexpugnable. El Mirandés, que se presentaba en Gijón con diez bajas por contagios de coronavirus, ha protagonizado la gran sorpresa de la jornada en convertirse el primer en derrotar al Sporting en su estadio.

El equipo dirigido por el ex futbolista rojiblanco Pablo Álvarez, porque José Alberto López es uno de los afectados por la COVID-19, remontó un gol de penalti de los locales, obra del máximo goleador, Uros Djurdjevic. A base de valentía y arrojo, el equipo jabato se llevó un gran triunfo de su visita al estadio más antiguo del fútbol español.

El Sporting entró muy bien en el partido pero en esta ocasión se convirtió en pura gaseosa. No encontró acomodo en ningún momento frente a un rival ordenado y que manejó bien el encuentro, mostrándose incluso ambicioso, buscando la portería de Mariño. Los locales dispusieron de ocasiones muy claras para adelantarse en el marcador sobre todo en los primeros minutos del encuentro, la mejor en las botas de Aitor García, pero las desaprovechó.

El Mirandés fue poco a poco tomándole el pulso al partido hasta llevárselo con losgoles de Moha e Iván Martín, ambos de bella factura tanto en elaboración como en ejecución.