Sporting y Lugo se reparten los puntos después de una hora de superioridad visitante y con el portero gallego evitando la derrota local con sus paradas.

Sporting y Lugo firmaron tablas en El Molinón, donde el equipo de David Gallego prolonga su racha sin ganar desde el mes de octubre. Diego Mariño, con tres intervenciones extraordinarias, y la expulsión de Gerard Valentín resultaron decisivos para que el partido no tuviera otro marcador.

El estadio sportinguista ha dejado de ser un fortín y los equipos visitantes llegan sin temor alguno. El Lugo se decidió a mandar en el partido y lo hizo durante una hora, hasta la expulsión de su extremo por una dura entrada por detrás a Kravets. El equipo gallego le creó muchos problemas al Sporting sobre todo por las bandas.

Las mejores oportunidades de gol las tuvo el Lugo pero ahí se topó con Mariño. A significar dos: la primera, en un zapatazo de Señé convertido en misil, que el portero rojiblanco sacó con una gran estirada (35′); y la segunda resultó decisiva para el desarrollo del partido porque no se había cumplido el primer minuto tras el descanso y un remate de nuevo de Señé, solo en el área pequeño, lo sacó el capitán local en una exhibición de reflejos bajo los palos. El tercero fue otro duro disparo esta vez de Carlos Pita desde fuera del área (84′).

El Lugo de Rubén Albes llegó al descanso con ventaja gracias a un bonito remate de cabeza de Carrillo (44′) y tuvo otra tres ocasiones enormes para desequilibrar el marcador, todas en inferioridad numérica. Sin embargo, ni Chris Ramos (72′), ni Manu Barreiro (75′), ni Ricard (89′) acertaron si quiera a dirigir el balón hacia la portería del Sporting.

El Sporting también dispuso de las suyas, pero sus remates no encontraron casi nunca la portería de Óscar Whalley. En la primera parte fueron Djuka (10′) y el activo Aitor García, en un par de ocasiones, pero sus remates fueron desviados; en la segunda fue Fran Villalba quien no acertó a rematar buenas acciones de ataque de los rojiblancos, aunque el valenciano fue quien condujo la jugada que acabó en el empate, dejando atrás a varios rivales y asistiendo a Aitor, que colocó el balón lejos del alcance del meta visitante (61′).

Con superioridad numérica, el equipo de David Gallego encerró al rival en su campo en los últimos minutos pero demostro escasez de recursos para hacer daño. Así concluyó un partido que ha vuelto a desesperar a una afición de El Molinón que sigue sin ver ganar a su equipo.