Azules y canarios firman una tablas que no convence a ninguno de los dos.
La roja al atacante por una entrada a Sangalli condicionó la segunda parte.
Oviedo y Las Palmas sufrieron una ligera decepción en sus propósitos, diferentes, en esta recta final de competición. El empate sin goles deja a los azules otra semana más sin sumar, sin despegarse de la zona peligrosa, y a los canarios aún con el play-off a larga distancia. El choque, condicionado por la roja a Jesé, no ofreció mucha acción en las áreas.
Los dos equipo salieron con los papeles muy marcados. Las Palmas trataba de dañar al Oviedo con la posesión, con mimo a la pelota para llevarla a los de arriba, los encargados de darle otra marcha al asunto. El Oviedo también tenía claro su plan: esperar atrás y tratar de agrandar cualquier fallo en la entrega de los canarios.
Aunque el guion estaba aprendido, el choque no fue especialmente entretenido en el primer acto. Las ocasiones se limitaron a meros acercamientos. Borja Sánchez fue el primero en presentarse, con un recorte en la frontal y un disparo abajo que despejó Valles. Respondió Las Palmas encontrando a Jesé al espacio, pero Arribas salió victorioso del intento de recorte del atacante.
Hasta el final del primer tiempo, mucha batalla en el centro del campo y solo una oportunidad más. Esta vez fue Tejera el que intentó el disparo desde la frontal, pero Valles respondió con algunos problemas.
La segunda parte estuvo marcada por la roja a Jesé, que a los 65 minutos se lanzó al suelo para tratar de recuperar la pelota, pero impactó en el pie de Sangalli. El árbitro lo vio claro y mandó a Jesé a los vestuarios. Antes de esa acción, Sergio Ruiz y Borja Sánchez, una por cada bando, habían tratado de desnivelar el choque en ataques de inspiración individuales.
Con superioridad numérica, el Oviedo se vio obligado a dar un paso adelante, con Borja Valle y Rodri ya en el campo. Del berciano fue un disparo que se fue a las nubes.
Las ocasiones más claras llegaron en el añadido, con dos disparos de Nahuel en el área que se encontraron con las manoplas de Valles. Y sobre todo una de Borja ante la que volvió a hacerse fuerte el meta canario.