El Girona se adelantó con gol de Bueno, pero un minuto después otro Santi, Comesaña, igualó la contienda.
Un misil de Isi culminó una remontada que invita a soñar con la cuarta posición.
Otra más. El Rayo se está volviendo en un experto en remontadas. Así se había fraguado su última victoria en Vallecas, contra el Zaragoza (3-2). Y así se ha vuelto a ganar. Esta vez fue Bueno quien puso patas arriba la contienda, adelantando al Girona cuando mejor estaba su rival. Sin embargo, otro Santi, Comesaña, empató sólo un minuto después. Sin tiempo para lamentos. Tampoco necesitó mucho Isi sobre el césped para firmar un golazo y dar el triunfo a los franjirrojos, cortando en seco la racha de los catalanes y alimentando su sueño de playoff. Continúan sextos, perotienen la cuarta plaza a dos puntos —eso sí, a expensas de lo que haga mañana el Leganés en casa del líder— y vuelven a jugar el miércoles…
La cosa empezó fuerte, tanto como el disparo a bocajarro de Yan Couto que salvó Dimitrievski en el minuto 1. Toda una declaración de intenciones. El Girona tenía la posesión, las intenciones y el peligro. A punto estuvo Sylla de materializarlo, pero no cazó un centro de Gumbau por milímetros. La respuesta llegó en botas de Fran García, con un tiro que achicó Juan Carlos y, acto seguido, metió la manopla otra vez para desbaratar el pase de Álvaro hacia Antoñín. Precisamente un testarazo del delantero, a pase de Bebé, se marchó rozando el palo.
El Rayo se iba espabilando y Álvaro testó los reflejos de Juan Carlos desde la frontal. En el otro área, Sylla buscó la sorpresa, pero su cabezazo murió fuera. Los vallecanos le iban comiendo la tostada a los catalanes y Bebé destapó el tarro de las esencias. Su disparo de falta se topó con el palo, probó fortuna con un gol olímpico que detuvo Juan Carlos —después de un jugadón de Trejo que el meta visitante desvió a córner— y firmó una gran volea —marca de la casa—, que se marchó alta.
Justo cuando mejor estaba el Rayo le cayó un jarro de agua fría. El tanto del Girona cambiaba el guion de forma brusca. Santi Bueno cabeceó la falta botada por Gumbau al fondo de la red, pero los franjirrojos reaccionaron como un resorte. Tan sólo un minuto después, otro Santi, Comesaña, puso el 1-1 tras enganchar el rechace de Juan Carlos a un testarazo de Antoñín. Esa locura, ese vendaval de goles, resumió a la perfección el aluvión de ocasiones que inundó la primera mitad.
Más sosa comenzó la segunda. Stuani le echó sal con un cabezazo desviado y Trejo, pimienta, cuando se resbaló dentro del área enemiga, antes de poder prolongar para Bebé un gran centro de Álvaro. El partido había mutado, de ahí que ambos técnicos decidiesen mover el banquillo, buscando una reacción. Iraola lo cortocircuitó. Pozo le sirvió un balón a Isi, que se sacó de la chistera un golazo desde la frontal, un misil que impactó en la madera y se coló en la portería. El pichichi de la Franja fue pura efectividad, hizo diana en el primer balón que tocó.
No obstante, tampoco podía faltar la polémica en Vallecas. Pulido Santana señaló penalti por mano de Óscar Valentín, pero tras revisar las imágenes en el monitor rectificó. Hubo intriga hasta el último minuto, cuando Pozo erró la sentencia y Sylla mandó alto el empate. Esta vez el Rayo no dejó pasar el tren. El Sporting perdió y los franjirrojos tienen dos oportunidades de oro para destronarle, han cumplido en esta primera y se preparan para rematar la escalada contra el Mirandés. Y quien sabe si seguir subiendo…