El gol del lateral bermellón sentencia un partido, tras ganarle la partida a Espino.

Chris Ramos tuvo las mejores ocasiones visitante, pero no las materializó.

El gol de Maffeo permite al equipo de Aguirre dar por cerrada, virtualmente, la permanencia, mientras que el Cádiz de Sergio seguirá sufriendo por la salvación. Ahora necesita sumar seis puntos de los doce que quedan en juego.

El inicio del partido fue como una quedada de amigo invisible, lleno de sorpresas. Aguirre innovó con Baba, al colocarle como jefe de la zaga y Sergio marcó la línea de presión muy alta que durante los primeros minutos ahogó la salida del balón mallorquinista. Precisamente fruto de esa intensidad visitante llegaron tres ocasiones, dos de Guardiola y una de Alejo, en los primeros cinco minutos, pero Rajkovic les dejó claro a los amarillos que no iba a ser fácil.

Poco a poco, el equipo bermellón fue diluyendo el ímpetu cadista y comenzó a hacerse con la pelota, pero sin grandes alardes, consiguió rentabilizar ese efímero dominio de la pelota. En la primera media hora, los de Sergio habían lanzado seis saques de esquina, en el primero de los bermellones acabó en gol de Maffeo, tras un potente cabezazo de Baba que rechazó con apuros Ledesma. Era el minuto 15 y el lateral bermellón se imponía a Espino en su duelo particular.

El tanto en contra espoleó de nuevo al Cádiz, pero antes del descanso solo consiguió convertirlo en peligro Chris Ramos, pero su cabezazo se marchó muy alto. El Cádiz tenía más voluntad que acierto y así se fueron al vestuario. Camino de la caseta varios jugadores de ambos equipos, especialmente los mallorquinistas le pidieron explicaciones, pero no pasó a mayores.

Tras el descanso, tanto Mallorca como Cádiz salieron intensos pero sin acercarse hasta el minuto 51. Un lanzamiento de falta de Iza se quedó a escasos milímetros de ser el gol del empate. El Mallorca, poco a poco, fue perdiendo terreno mientras que el equipo de Sergio cada vez le ponía más corazón, que con el paso de los minutos lo transformaba en peligro sin acierto. La defensa del Mallorca achicaba agua como podía, pero no conseguía salir de su propio campo. Sergio sacó toda la artillería y se instaló en el área de Rajkovic. Chris Ramos estuvo a punto de sacar petróleo de una indecisión entre Valjent y Rajkovic, Diez minutos después, el portero serbio sacó una mano espectacular para evitar el gol, aunque la jugada acabó anulada por fuera de juego.

En pleno asedio visitante, apareció Kang-in. El surcoreano robó un balón en la banda izquierda y comandó una contra que tenía visos de sentencia si no hubiera sido por la catastrófica cadena de decisiones que permitió recomponerse a la defensa amarilla y evitar el segundo gol. Tras este susto, el Cádiz lo siguió intentando, pero sin premio.

Con los de Sergio volcado, en el tiempo de descuento Kang-in volvió a tener la sentencia, pero el segundo gol fue anulado por fuera de juego. Con esta jugad terminó un partido muy intenso que Rajkovic y Ledesma evitaron que hubiera más goles.