Los ilicitanos ya suman 16 partidos sin ganar. Los célticos marcaron dos goles al filo del descanso, Rigoni recortó distancias y después llegó la sentencia.
El Celta solventó el partido contra el Elche en un minuto. Y además en el más doloroso para el rival, en el último de la primera parte. Dos acciones maquinadas por Aspas, dos asistencias de Nolito y dos puñales directos al corazón del conjunto ilicitano. Mina y Brais firmaron la sentencia de muerte para los visitantes, que ya suman 16 partidos sin ganar.
Los franjiverdes salieron bien posicionados al campo, bloqueando la creatividad olívica y amenazando incluso la portería de Rubén Blanco. Probó suerte Lucas Boyé a los tres minutos con un disparo desde fuera del área, pero el meta respondió con rotundidad. Después de esos cinco minutos incómodos, el Celta activó la maquinaria, con Aspas y Nolito buscándose hasta para respirar. Así nació la primera ocasión local. Asistencia del moañés y gran disparo del sanluqueño que desbarató Edgar Badia.
El portero ilicitano volvió a intervenir minutos después para atrapar un centro-chut de Aarón Martín y vio cómo se iba desviado un disparo de Brais. Entre ambas jugadas cayeron lesionados Josan y Mojica. Los de Almirón aguantaban el chaparrón y volvieron a asustar con otro gran disparo desde la frontal. Esta vez fue Raúl Guti quien lo intentó, pero el balón no cogió portería.Pero Aspas y Nolito aún se guardaban más conejos en la chistera.
El primer truco se lo puso Cifu en bandeja, con un resbalón inoportuno. Nolito recogió el regalo y se lo entregó a Santi Mina, quien lo tiró a la basura con un pase extra innecesario para Aspas cuando tenía todo a favor para anotar. El cabreo de Coudet en la banda fue monumental. El vigués se libró de una bronca en el descanso al resarcirse en la siguiente jugada y marcar el primer tanto. Y segundos después Brais Méndez aumentó la ventaja.
El varapalo fue tremendo para los de Almirón. Pese a ello, no se entregaron y saltaron guerreros en la segunda parte, encontrando el prmio muy pronto gracias a un error de Rubén Blanco. Rigoni recortó distancias al aprovechar el servicio de Carrillo. La fe mueve montañas y los goles resucitan muertos. Después de remontar un 0-2 al descanso contra el Villarreal la semana pasada, los de Almirón veían posible repetir la hazaña.
El problema era que Santi Mina no estaba por la labor. El delantero vigués remató a la red un gran centro de Solari, que apenas llevaba unos minutos en el campo y está justificando su fichaje en cada actuación. Este golpe ya fue demasiado duro para el cuadro visitante, éste ya definitivo. Son 16 partidos sin ganar y la depresión va en aumento. El Celta, por su parte, logra la primera victoria de 2021 y da un paso firme hacia la permanencia.