El delantero culminó con un doblete el gran trabajo del Huesca en el Ciutat y ya está a sólo un punto de la permanencia.

El Huesca cree en la salvación. Pacheta ha inculcado a este equipo la energía mentalnecesaria para creérselo. Y encima tiene a Rafa Mir. El delantero resolvió el partido ayer con dos remates de definidor puro. El primero, cruzado al contrapie de Aitor; el segundo, con una sublime vaselina. Los altoaragoneses, hundidos en la tabla hace unas semanas, ya están a sólo un punto de la salvación.

El Levante, por su parte, cuajó uno de sus peores partidos en el Ciutat. Encaja su segunda derrota desde que volvió a su casa y lo que es peor, ofreció muy malas sensaciones. El esquema de tres centrales no le funcionó y sus estiletes estuvieron muy romos. Pacheta tenía bien estudiado al Levante. Los granotas sufren en los centros laterales. Y el Huesca les hizo sufrir de esta manera. De hecho, el primer gol de Rafa Mir llegó tras uno de Ferreiro que sobrepasó a los centrales para que el delantero rematara con precisión.

No le salió nada al Levante contra un Huesca que pronto vio que era un hueso. El 3-4-3 novedoso de Paco López no funcionó. Porque arriba tampoco se creaba demasiado a pesar de tener sus tres estiletes, Morales, Roger y De Frutos juntos en el ataque. En la segunda mitad, el Levante amenazó con un par de remates de Roger pero Andrés cerró la puerta. Pero muy pronto Rafa Mir mató el partido. En el 50′, Seoane avanzó muchos metros y se la dio al hueco a Mir que sorprendió a Aitor con una parabola mágica. Desde ahí, el Levante fue un querer y no poder.