El delantero volvió a dar la victoria a su equipo con el gol, nada más entrar en el campo, y el portero le detuvo un penalti a Morales.
EI Osasuna asaltó el fortín del Ciutat de Valencia. Un Levante muy cansado y con muchos cambios se vio incapaz de mantener inmaculado su estadio. Nadie había ganado en Orriols como visitante desde el 18 de enero de 2020, cuando lo hizo el Alavés (0-1). Lo logró el Osasuna que encadena dos triunfos seguidos, gracias a otro gol de Budimir y a un paradón de Herrera a un penalti de Morales.
Los numerosos cambios, en hombres y esquemas, hicieron que ambos se preocuparán más de no equivocarse que de intentar hacer daño al rival. El Osasuna, con pies de plomo, apenas pudo acercarse con peligro a la meta de Aitor. Pero cuando lo hizo, dio en la diana. El Levante, por su parte, lo condensó todo en un minuto. En el 18’, Malsa cabeceó un centro de Rochina que provocó la estirada de Herrera. En el córner siguiente, Róber peinó y Duarte se la encontró para que su volea se estrellara de nuevo contra el cuerpo de Herrera.
Con todo, el partido estaba donde había planeado Paco López. Con todo por resolver y varios de sus mejores hombres frescos, en el campo. Sin embargo, fue Arrasate el que festejó. Dos de sus cambios, Barja y Budimir, fabricaron el gol de un triunfo que da alas a los rojillos.