Puertas, Soldado y Kenedy dieron una exhibición de efectividad y hunden un poco más al Eibar, que se queda a cinco puntos de la salvación.
El Granada, a siete puntos de Europa.
El Granada quiere más. Quiere repetir su extraordinaria aventura europea. Volver a vivir ese sueño que le ha llevado a las mayores cotas de su historia. Para ello deberá recortar siete puntos a Villarreal o Betis. La empresa es dificilísima, pero nadie baja los brazos en Los Cármenes.Puertas, Soldado y Kenedy se resisten a bajarse del tren. Y otro tren, el de Primera, es el que se le está escapando a un Eibar que no levanta cabeza, no para de perder partidos y ya se ve a cinco puntos de la permanencia.
Mendilibar no encuentra la manera de parar la hemorragia que tiene a su equipo al borde del colapso y el Granada sacó el máximo partido posible a esa debilidad con una exhibición de efectividad. Dos zarpazos en la primera parte hicieron saltar por los aires el plan del técnico armero, que recuperaba para la causa a su mayor esperanza, Bryan Gil. Las dos primeras intervenciones de Dmitrovic en el partido fueron para recoger el balón del fondo de su portería. Esa estadística resume a la perfección el primer tiempo. Un envío largo de Rui Silva mal despejado por Diop dejó a Puertas en una posición inmejorable para asistir a Soldado. El 9, habilitado por Arbilla, la puso en la esquina de la portería armera. 1-0. Minuto 21.
El balón parado, ciencia que Diego Martínez trabaja con extremo cuidado, originó el segundo latigazo nazarí. Puertas fue de nuevo el más listo de la clase y cazó en la frontal el rechace tras un córner. Su zurdazo tocó en Atienza y convirtió a Dmitrovic en testigo de excepción del 2-0rojiblanco.
Sentirse perdido y prácticamente desahuciado liberó al Eibar, que convirtió el segundo tiempo en un asedio sobre el área del Granada. Sergio Álvarez envió a las nubes la primera de un carrusel de ocasiones que pusieron en serios aprietos el triunfo local. Pedro León, cuya entrada contribuyó de forma decisiva a invertir la tendencia del partido, desperdició un mano a mano. Minutos después, el murciano asistió a Kike García para que acabase con una sequía goleadora del conjunto armero de más de 400 minutos. El ariete retrató a Vallejo y puso pimienta al partido.
El Eibar recuperó sus opciones, pero se quedó sin piernas para culminar la remontada. A cambio, concedió de forma lógica espacios a sus espaldas y Diego recurrió al renqueante Kenedy para tratar de liquidar el envite a la contra. La apuesta le salió redonda al técnico gallego. El brasileño puso la guinda a un contragolpe sirviendo en bandeja el 3-1 a Soldado y aprovechó un error de bulto de Cote para redondear una goleada cimentada en la enorme diferencia de pegada que mostraron ambos equipos. Distancia que también se refleja en la tabla. El Granada se aferra a sus opciones de volver a Europa y el Eibar queda muy tocado y cada vez un poco más cerca de Segunda.