Edgar Badía paró un penalti a Ángel en el minuto 84 con 1-1.
El VAR corrigió a Hernández Hernández en dos penaltis. Pere Milla y Ünal, goleadores.
El partido no tuvo el mejor fútbol pero, cosas del fútbol, si deparó muchas emociones. Acciones que parecían penalti no fueron pitadas, penaltis que fueron señalados no lo parecían y el VAR rectificando al árbitro Hernández Hernández en dos jugadas que pudieron decidir el resultado. Al final, el factor corrector de todas las injusticias fue Edgar Badía, portero del Elche que detuvo un penalti a Ángel en el minuto 84 y que mantenía el empate final. Un punto no llena el estómago ni a Getafe ni a Elche. Reparto del hambre.
El partido tuvo un comienzo caliente. A los 16 segundos llegó la primera falta. Tanto involuntaria como dolorosa. Pere Milla se escurrió al intentar un recorte junto a la banda con la mala suerte de que, al caer y posar la mano en el suelo, justo en ese momento y en ese mismo sitio posaba su pie Iglesias, el chaval del filial que ayer era titular en el Getafe al estar sancionados los dos laterales derechos, Damián y Nyom.
A los cinco minutos, Kubo pidió penalti. Un empujón de Verdú tenía la culpa. El japonés saltó para controlar el balón con el pecho y lo hizo bien, pero al posarse recibió el contacto por la espalda del defensor ilicitano. ¡Carga legal o penalti? El árbitro no lo vio punble sobre el campo y tampoco les pareció desde el VAR, pues Medié Jiménez entendió que la acción era interpretativa y que por lo tanto no debía de entrar a analizarla, respetando la impresión que sobre el césped tuvo Hernández Hernández.
A Pere Milla se le puso la mano roja con aquel pisotón inicial, pero fue Pere Milla quien le puso la cara colorá al Getafe cuando en el minuto 20’ anotó el 0-1. Eso si que dolió y no sólo un instante. El tanto llegó de una falta puesta en juego desde el costado izquierdo. Calvo la prolongó de cabeza y, en el segundo palo y a boto pronto, Verdú centró colocando el balón a medio metro de la línea de gol donde, Pere Mila. Como oportuno finalizador, metió el pie para empujar con el alma y remachar hasta incrustar el balón en la red.
El 0-1 llegó a balón parado como a balón parado pudo llegar también el 0-2, en un remate de cabeza de Boyé (27’) tras falta botada por Tete Morente. El 0-1 tranquilizaba al Elche más que un cargamento de tila, por lo que Escribá le dio la iniciativa al Getafe sabiendo que la posesión del balón no es el mayor fuerte del equipo de Bordalás.
Sin embargo, en una acción de ataque azulón, Iglesias recorrió toda la banda hasta llegar al área. Su disparo duro y seco lo desvió Badía, el despeje le cayó a Cucurella, quien metió ell balón al corazón del área y allí, tras un rebote, el árbitro interpretó penalti de Calvo a Ünal. Lo pitó. Desde el VAR, Medié Jiménez le invitó a revisar la jugada. Cuando Hernández Hernández supervisó la repetición en el monitor, rectificó y dijo que, de penalti, nada de nada.
Tras el descanso, el primer peligro fue una falta lanzada por Take Kubo en el 55’. Con intención pero demasiado centrada. Cinco minutos después, Ünal hacía el 1-1 retorciéndose desde el suelo tras un centro de Kubo. El gol de Ünal no sólo significaba el empate, aliviaba al Getafe de la lápida del descenso y daba aire a sus pulmones.
En el 81’, Ángel pidió penalti por mano de Verdú. Hernández Hernández no lo apreció en directo pero le avisaron desde el VAR. Tras revisión en el monitor, el árbitro dijo que sí, que esta vez había penalti. Segunda vez que el VAR corregía a Hernández Hernández sobre un penalti. Lanzó Ángel. Paradón de Badía. Fin del partido.