Valió el solitario gol de Guridi. El conjunto vitoriano terminó pidiendo la hora y el insular, asediando la puerta de Sivera.

No anda muy fino el Deportivo Alavés en las últimas jornadas diga lo que diga su entrenador. Ganó al Tenerife con un gol fruto de un buen desborde de Javi López, un remate de tacón de Guridi y una indefinición de Soriano para despejar el balón. Al final, se lo metió en su propia portería. En la segunda mitad, el equipo de Luis García Plaza tuvo más ocasiones pero terminó pidiendo la hora. El choque tuvo cuatro minutos de descuento en la primera parte y seis en la segunda. Maratoniano, con un árbitro que parecía comentar todas las incidencias con los jugadores como si fueran todos de la misma cuadrilla.

En el minuto 5 casi marca Guridi, que sigue negado de cara a la puerta contraria. En el Tenerife, Nacho desbordaba por su banda izquierda llevando peligro a la zona de Gallego y Garcés. El conjunto chicharrero pidió un penalti cometido por Sedlar cuando el serbio entró por detrás a Garcés y se llevó por delante todo, el balón y el pie del rival. Lo contrario le ocurriría al Glorioso en el 23.

Pena máxima decretada sobre el defensor de Tenaglia, VAR, revisión y anulación de la decisión inicial. Por si eso fuera poco, el lateral argentino y García Plaza fueron despachados con sendas amarillas. La del de Saladillo pudo ser incluso roja. Jon Guridi, de nuevo pudo hacer el 1-0 en el 40 pero está claro que el Alavés está negado de cara al gol.

Las cosas cambiaron en la segunda parte con las entradas de Villalibre y Javi López. Duarte pasó al puesto de central y así se defendió a un Laguardia bastante desafortunado y con una amonestación en la primera mitad. El Glorioso tuvo una gran ocasión en un remate a bocajarro de Tenaglia que sacó Soriano.

En el rechace, cabeceó Villalibre, tocó un defensor y el balón pegó en el larguero. El Tenerife también envió, por mediación de Gallego, un esférico al travesaño. Corría el minuto 56 y cualquiera podía marcar. Lo hicieron entre Guridi y el portero para romper la igualdad. El conjunto vitoriano terminó pidiendo la hora y el Tenerife, asediando la puerta de Sivera. Pero el marcador no se movió más. Nacho desfiló por doble amarilla en el 90.