Mollejo le dio una justa victoria a los baleares ante un Tenerife indolente y que está acabando la temporada con muchas dudas.
Palma sigue de fiesta.
EI Real Mallorca no acusó los festejos del día anterior por su ascenso a Primera División y continuó la fiesta en el Heliodoro ganando con justicia a un desmotivado Tenerifey que nunca encontró el camino.
Tanto Ramis como García Plaza metieron muchos cambios en su alineación: en el local destacó el estreno de Serantes en la portería, mientras que en los visitantes jugó Trajkovski en la delantera quien solo había sido titular en la octava jornada y el meta Mikel Perera tuvo sus primeros minutos.
El duelo empezó con los bermellones dominando, pero sin llegada, mientras que los tinerfeños iban a lo suyo, esperando su momento para sorprender. A Mbolua le llegó un gran balón entre los centrales, pero el control se le fue largo (16’) y desaprovechó una buena oportunidad.
Llegando a la media hora, seguía mandando el Mallorca al son de Febas que cada vez que tenía el balón pasaban cosas. A los blanquiazules les costaba enlazar tres pases seguidos y molestar la portería de Perera. Tanto, que Mollejo tuvo el 0-1, pero Serantes -a mano cambiada-, lo evitó (29’). Respondió pronto Shashoua con un disparo demasiado cruzado (30’).
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Antes del descanso, Jacobo se retiró lesionado, mientras los baleares continuaban dando más sensación de peligro que su rival. Así, Mollejo tuvo revancha y con un buen cabezazo puso justicia.
En la segunda mitad, Ramis, disconforme con lo visto, metió a Aitor Sanz y a Moore tratando de encontrar soluciones. Sin embargo, los de García Plaza mantenían su buen ritmo y no pasaban apuros. Con Sol en cancha, se vio a un Tenerife algo más intenso y con más posesión. Muñoz probó las manos de Perera, que respondió (64’).
Tras unos minutos, se volvió a animar el Mallorca y Serantes evitó con una prodigiosa mano el 0-2 a un difícil disparo de Mboula. En el tramo final, el Tenerife no supo, mientras los baleares acabaron ganando casi a placer y prolongaron su fiesta en el Rodríguez López. Palma y toda la Isla les espera para seguir festejando.