Los de Albés ganaron con un gol de Cuéllar en el 71′ y suman diez jornadas sin perder, su mejor registro en Segunda.

El Burgos sigue flojeando fuera.

Si el fútbol son estados de ánimo, en el Lugo se ha declarado lo que en su día Valdano bautizó como estado de optimismo. En la semana en la que los albivermellos tuvieron que digerir la marcha de Gerard Valentín, estandarte y jugador diferencial de las últimas temporadas, el equipo de Albés realizó un nuevo ejercicio de trabajo grupal para firmar la tercera victoria consecutiva ganando como local y la décima consecutiva sin perder, récord de club en Segunda. El Burgos, mientras, certificó los problemas que sufre cuando se aleja de El Plantío a pesar de que durante muchos minutos tuvo el control.

Tuvo la primera el Lugo a los cinco minutos, en un disparo de Ricard que se fue fuera por poco. Habían salido mandones los locales, meintras que el Burgos intentaba contemporizar. Había control local, pero apenas llegadas al área más allá de alguna intentona sin suerte desde lejos. El Burgos también tenía su plan, que pasaba por robar y salir rápido. En una de esas incursiones Alende detuvo en falta a Guillermo y de esa falta Andy sacó un disparo ajustadísimo que permitió lucirse a Whalley. Más se luciría aún en la siguiente jugada, sacándole un mano a mano a Juanma. Tremenda fue también la parada de Herrero a los 35 minutos, sacando en la misma escuadra un remate de Cuéllar. Con los porteros como protagonistas, poniendo el cerrojo a sus puertas, terminó la primera parte.

Dio un paso adelante en la segunda parte el Burgos, haciéndose con la pelota. No creaba peligro, pero inclinaba el campo en su favor. El Lugo desapareció de la zona ancha, donde Mumo y Andy campaban a su gusto. Con los papeles cambiados, era el Lugo quien buscaba una contra y la encontró de la forma más inesperada, aprovechando un mal pase atrás de Mumo que se convirtió en asistencia para Cuéllar, que dribló a Herrero y anotó para decidir. El Burgos quiso entonces apretar, pero faltaban ya fuerzas y el Lugo ya estaba en su hábitat natural. Al final, récord de un Lugo que ya pone mucha tierra con la zona baja y nueva derrota de un Burgos que baja su rendimiento como visitante.