Quinta derrota consecutiva de los albivermellos, que no conocen la victoria con Luis César.

Los alfareros salen del pozo y le ganan el golaveraje al Lugo.

Cuando las cosas no salen, lo mejor es aferrarse a una idea y empujar con ella contra viento y marea. La convicción de creer en lo que se hace ayuda mucho. Lo sabe Anquela, un gran entrenador que regresó a su Alcorcón e impuso su receta contra viento y marea, ganando y perdiendo, pero creyendo en ella. Todo lo contrario a lo que ha hecho Luis César, que llegó a un equipo instalado en la zona tranquila de la tabla y que, sin ganar ni un solo partido, ha terminado en puestos de descenso tras dar un bandazo en cada alineación, una idea en cada dibujo táctico y un experimento en cada jornada. Y claro, no funciona.

Luis César decidió revolucionar (otra vez) el once del Lugo y el resultado fue un amontonamiento de jugadores sin mayor sentido. A pesar de que los albivermellos juntaban a tres centrales y tres pivotes era el Alcorcón el que tenía el balón y los acercamientos, forzando tres corners en los primeros minutos del partido. El partido era alfarero y las sensaciones se convirtieron en hechos a los 21 minutos, cuando una contra de tres pases acabó con un centro de Marc Gual que Dani Ojeda empujó a gol sin oposición. Por delante en el marcador, el Alcorcón dio un paso atrás y cedió la pelota al Lugo, que no supo agradecer el gesto y apenas creo peligro. Si lo hicieron los de Anquela con dos contragolpes que exigieron lo mejor de Cantero.

Ante la magnitud del desastre, Luis César realizó un doble cambio al descanso para recomponer al equipo en un dibujo reconocible y admitiendo implícitamente lo erróneo de su planteamiento inicial. El resultado no pudo ser más inmediato y a los tres minutos de la reanudación una pérdida alfarera en mediocampo se convirtió en una contra que Cristian Herrera empujó a gol. Con la igualada el Lugo disfrutó de sus mejores minutos, quitándole balón y ocasiones a un Alcorcón que acusó el golpe.

Se reclamó penalty sobre Campabadal por los locales pero el que se pitó fue el de Juanpe, que se pasó de frenada. Lo paró Cantero pero el propio Ojeda remachó a gol el rechace. Para completar el sainete, Chris Ramos cometió otro penalti infantil para que Nwakali marcase el tercero. La victoria saca del descenso al Alcorcón y hunde a un Lugo que, ahora si, se hunde en el pozo y deja a Luis César retratado y quien sabe si cesado.