Calleri adelantaba a los navarros con un latigazo y empataba Kike García con un chut similar en la otra área, pero el balcánico salvaba el cuello a los locales con el postrero 2-1 en El Sadar.
El envite de las necesidades, con el 0-0 de la ida en Ipurua y pendiente incluso del golaveraje a estas alturas de la campaña, se resolvía con un tanto postrero de Budimir, en el 86, con la zurda y la ayuda del poste, que dejaba los tres puntos en casa (2-1) y sacaba al equipo navarro del descenso y dejaba al Eibar empatado con el Valladolid en zona roja. Las tablas parecían fijas, con dos zapatazos de Calleri y de Kike García en la primera mitad y el envite equilibrado en la segunda, pero el destino reservaba una alegría al equipo de Arrasate.
Osasuna tuvo su primera ocasión en el minuto 12, con un remate de Budimir a la media vuelta en un giro de calidad, tras centro de Barja, pero que el balcánico no atinaba con la puntería. Apenas seis minutos después, con el equipo rojillo más incisivo, Calleri aprovechaba una acción de triangulación en banda izquierda con taconazo de Rubén García que acababa con un servicio medido de Manu Sánchez que el delantero argentino sacaba un zambombazo impecable que batía Dmitrovic y subía el 1-0.
Pero el Eibar, que arrancaba más remiso, que le costaba carburar, se animaba en las postrimerías de la primera parte con un remate de Bryan Gil en una acción de fuera hacia adentro del extremo de Barbate, un taconazo de Enrich que no acertaba a sellar Kike García y un cabezazo forzado de Oliveira que no inquietaba a Sergio Herrera.Demasiados avisos para que Kike García, esta vez sí, tras asistencia medida del pizpireto Gil, soltaba un zapatazo de puntera con el que empataba el envite ante un equipo rojillo desbordado. De nuevo Bryan Gil, cedido del Sevilla, hacía de las suyas sentando rivales navarros para sembrar el pánico.
En el segundo acto, de nuevo Bryan a lo suyo, sacando petróleo con sus pinceladas de verticalidad. Encara siempre, no se corta y eso que no ha cumplido todavía los 20 años. Pero las vigilancias y el miedo a perder se iba adueñando del terreno. Una chilena bombeada por Calleri, penalizado por un golpe en la cadera, que en un nuevo cabezazo batía a Dmitrivic, pero en fuera de juego, por lo que era anulado por el colegiado andaluz Figueroa Vázquez. El argentino tenía que ser relevado por esas dolencias por Adrián López en el minuto 70. Justo depués, Muto le pegaba a la pelota desde la frontal, aunque desviado y Roberto Torres buscaba la rosca desde el pico del área para sorprender a Dmitrovic, pero se le iba alto.
En un envite sin dominador claro, en el 79 ocurría la mejor ocasión navarra en un zapatazo de Roberto Torres desde la frontal, brutal, seco y colocado que Dmitrovic paraba con ayuda del larguero, que escupía el cuero bien dirigido y abortaba la posible ventaja de Osasuna. Pero el equipo rojillo, siempre con raza, centraba Roberto Torres, providencial desde su salida, prologaba Adrián y con la zurda Budimir con el apoyo del poste y el pecho sentenciaba el marcador con su quinto gol en Liga cuando estaba en la recta final el envite de El Sadar.