Las rentas más altas y los grandes patrimonios se verán afectados por todas estas medidas. Sin embargo, la clase media y los jóvenes tampoco quedarán exentos de verse afectados por la mayor presión fiscal. Al igual que los pensionistas: la aportación máxima de los planes de pensiones individuales con derecho a deducción en el I.R.P.F. pasará a ser de 2.000 euros anuales en lugar de 8.000.