Valencia y Villarreal protagonizan un duelo entre necesitados por las siete jornadas que llevan sin ganar los de Bordalás y los 12 puntos que suman los de Emery
Pobre de aquel que pierda hoy, ¡qué domingo le espera! Y qué lunes, martes… Terroríficos, y no por Halloween ni por Todos los Santos .
Mestalla acoge un derbi con resaca de garrafón para el que no lo gane. Hasta el empate es malo de antemano para ambos.
El Valencia lleva siete jornadas sin vencer, y son ya muchas. En ellas encajó 15 goles, que se dice pronto. Tal vulnerabilidad no se esperaba que la tuviera el equipo con Bordalás, que no ve en los partidos lo que entrena.
El Villarreal viene de dos derrotas y un empate que le alejan de donde debiera estar. Y Emery se desespera, porque siente que la Liga está abierta a equipos como el suyo y ellos se están quedando atrás.
El partido tiene morbo a raudales. Alcácer, Albiol, Capoué, Emery… Pero sobre todo la vuelta de Parejo y Coquelin a un Mestalla con público. Ellos son estandartes de las razones por las que se critica la gestión de Peter Lim. Y sirve también como argumento o ejemplo la comparativa entre Valencia y Villarreal. Hoy en día, tras 24 años desde la llegada de Fernando Roig y siete de la de Lim, se puede decir, sin caer en ‘amarillismo’, que el Submarino le supera en todo menos en masa social y palmarés, y hasta en eso le recortó el curso pasado.
CLAVES DEL PARTIDO
Control de las áreas: El Villarreal ha perdido en los últimos tres partidos el control en su área (7 goles encajados) y tampoco anda fino en la contraria: 82 remates para hacer 13 goles.
Presión alta: El Valencia ha perdido la frescura que tenía a la hora de presionar en posición adelantada, lo que permitió que Mallorca y Betis le rompiera líneas fácilmente.
Nervios: La experiencia es un grado en estos derbis y más cuando las trayectorias de unos y otros no son las esperadas. Saber manejar los nervios y los tiempos será clave en este partido.
Velocidad: Si Valencia y Villarreal se acercan a su mejor versión, se verá un partido eléctrico, con jugadores como Guedes, Danjuma, Thierry o Yeremy Pino.
Balón parado: La estrategia es una de las armas que guardan en la recámara tanto Bordalás (sobre todo en los córners) como Unai (en faltas directas o laterales con Parejo).