La colegiada grancanaria afincada en Galicia, fue viral en 2018 por los comentarios recibidos en un campo de fútbol y a día de hoy mantiene su lucha por la igualdad.
A día de hoy mantiene su lucha por la igualdad.
Laura Correas (22/09/1998, Las Palmas de Gran Canaria) afincada en Galicia desde los 13 años, comenzó en el mundo del fútbol como jugadora del Monte Forte en categoría alevín, en el que estuvo cinco temporadas hasta su lesión. Tras estar fuera de los terrenos de juego casi un año, Correas se propuso el reto de ser árbitra: «Vi en esta faceta una oportunidad de seguir vinculada al fútbol y con menos riesgos de caer lesionada». Considera que sigue existiendo el machismo en los campos de fútbol y hay que buscar la manera, entre todos, de erradicarlo.
En la actualidad, Laura es árbitra de Segunda Autonómica y también actúa como asistente en Primera RFEF femenino. Además, es entrenadora de un equipo de Lugo y jugadora del Monteforte gallego. La grancanaria denuncia que sigue existiendo machismo en el fútbol actual: «Por el hecho de ser mujer, en los campos no te respetan». «Hay machismo incluso por parte de las mujeres, me han llegado a decir que estoy mejor en la cocina».
Cuestionada por el momento que atraviesa el gremio a día de hoy, Laura muy escueta pero tajante a la vez, expuso: «Ya no se ve tan raro que haya árbitros mujeres en ligas masculinas. Cada vez es mejor y se ha normalizado más que hace algunos años como cuando empecé a arbitrar. En aquel entonces era algo nuevo y a la gente no le cuadraba. Hasta hace bien poco yo era la única chica árbitra en toda la provincia de Lugo, ahí sí que era llamativo. A día de hoy, cuando acabo algún partido que otro, me viene el presidente del club local a decirme que es la primera vez que imparte justicia una colegiada en este campo y me pide una foto para subirla a redes sociales o me dan alguna insignia para que me lo lleve de recuerdo. Son detalles que enorgullecen a mi persona».
«Veo genial que haya colegiadas y asistentas en la élite del fútbol profesional. La verdad que es súper importante tener referentes en Primera y Segunda División porque no existían antes. Ahora, gracias a ellas, árbitras como yo, soñamos con llegar a lo más alto», añadió.
En lo referido a la creciente relevancia que se le está dando al fútbol femenino en los últimos años, Laura expuso: «La verdad que me parece que se le daba menos visibilidad del que merece. Aunque es cierto que últimamente esto ha cambiado, hay muchísima gente que lo consume y está teniendo más repercusión. Ha mejorado, las cadenas de televisión están más involucradas, también los sponsors, y sobre todo, la gente que acude en masa a los estadios. Ocurrió en Barcelona en el Camp Nou, el estadio se llenó para ver al Barça femenino frente al Real Madrid, y no es cualquier cosa llenar el feudo azulgrana (entre risas). Sin embargo, todavía queda mucho terreno por recorrer en ese sentido».
«He sufrido insultos, amenazas, e increpancias por parte de algún aficionado. He tenido que llamar a la policía porque me venían a dar golpes a la puerta del vestuario. No me dejaban salir, incluso un delegado de uno de los clubes entró a mi vestuario amenazándome. Tuve que llamar a la policía de forma urgente. Todo esto en un partido de infantiles, cualquiera puede imaginar mi asombro. Tras el partido, madres y padres de los niños comenzaron a publicar comentarios a destiempo y muy feos en mi muro de Facebook. Yo me mantuve al margen», explicó Correas después de sufrir machismo en algunos de los campos a los que le ha tocado ir.
Situaciones que erradicar
Laura fue adquiriendo experiencia en el mundo del fútbol y tuvo que ir lidiando con lo acontecido en los terrenos de juego, a veces, en situaciones muy delicadas: «He hecho algún artículo denunciando el machismo en el fútbol. Lo que se comenta en el campo es siempre lo mismo (¡Ah es normal, es una mujer! O ¡Tú a la cocina!), siempre quieren quitarme autoridad. También es cierto que ahora ya no es tan exagerado como era antes, al menos conmigo. Ahora no tengo mucha queja. El machismo a día de hoy no se nota tanto como antes. Pero en donde ocurra, se debe erradicar cuanto antes».
«Me gustaría que más chicas se metieran en esta profesión. A ver si juntas conseguimos que se le de más visibilidad al fútbol femenino y a las árbitras en fútbol masculino», finalizó Correas.