Amanecía en Cienfuegos, era el 5 de septiembre de 1957 y sus calles e instalaciones comenzaron a ser tomadas por marineros insurrectos y combatientes clandestinos del Movimiento 26 de Julio (M-26-7). La Perla del Sur se convertiría, por 24 horas, en el primer Territorio Libre de Cuba.
El levantamiento popular en Cienfuegos formaba parte de un plan nacional de acciones armadas contra la dictadura de Fulgencio Batista, por desarrollarse también en la capital y Santiago de Cuba, pero por falta de comunicación se quedaron solos los cienfuegueros y se concentró allí toda la represión.
Los principales objetivos en el plan original eran el Palacio Presidencial y el Estado Mayor de la Marina en La Habana, con alzamientos de apoyo en las ciudades mencionadas, pero por falta de comunicación entre los dirigentes del M-26-7 y los oficiales de la Marina complotados, la decisión de estos últimos de posponer el alzamiento no llegó a tiempo a los revolucionarios cienfuegueros.
A las 5:20 del amanecer, tal como estaba previsto, comenzó el levantamiento popular en Cienfuegos, quedando la ciudad en manos de los revolucionarios por espacio de 24 horas. Posteriormente Batista lanzó sus tropas sobre la ciudad, ametrallaron y bombardearon indiscriminadamente los barrios y causaron decenas de muertos, heridos y mutilados entre la población.
Aunque en lo interno esta acción resultó un revés para el Movimiento en Cienfuegos que perdió sus principales dirigentes y quedó prácticamente neutralizado, en sentido general representó una victoria para la lucha por su tremenda repercusión nacional y el hecho de que, durante horas, fue un territorio libre, el primero de la Revolución en el país.
En septiembre de 1957 se rompió la unidad en el aparato militar de la tiranía y en distintos sectores militares se apreciaban muestras de descontento. Desde fines de junio un grupo de jóvenes ex oficiales de la Marina de Guerra, con el apoyo de numerosos miembros de ese cuerpo, se vincularon al M-26-7 gracias a los contactos realizados por Frank País.
Miembros de la Fuerza Aérea y el Ejército, sobre todo sargentos y soldados, y de la sección radio motorizada de la Policía, contactaron en La Habana a miembros del 26 de Julio, y a través del Movimiento los grupos de Cienfuegos, de oficiales jóvenes y el de La Habana se unieron para preparar la acción,
El 3 de septiembre se realizó una reunión con oficiales de mayor graduación en la Marina sumados a última hora y estos, de manera unilateral, deciden posponer el alzamiento previsto para el día 5 por 24 o 48 horas. Ese mismo día Julio Camacho, miembro de la dirección provincial del M-26-7, estaba en La Habana junto a Miguel Merino, recibiendo órdenes detalladas de Faustino Pérez y contactando con Dionisio San Román para realizar la acción del día 5, y no recibieron a tiempo la noticia de lo acordado con oficiales de la Marina.
Al amanecer del 5 el cabo Santiago Ríos Gutiérrez pone en marcha el plan acordado para tomar Cayo Loco, importante base naval del distrito sur, lo cual logra realizar y da el paso previsto a los milicianos del 26 de julio que acudieron a buscar las armas ocupadas y parte de las cuales entregarlas al pueblo.
Se tomaron las estaciones de la Policía Marítima y la Nacional, acción en la que cae mortalmente herido Gregorio Morgan, el primer mártir de esa gesta.
Julio Camacho comprueba sobre las 9:00 horas que el alzamiento solo se estaba realizando en Cienfuegos y propuso a Dionisio San Román recoger todas las armas y replegarse hacia el Escambray, según los planes originales. Este opina que sería imposible llegar allá pues la aviación impediría el avance, por lo cual ambos jefes deciden resistir en los edificios ocupados.
Sobre las diez de la mañana aeronaves del Ejército comienzan a sobrevolar el Distrito Naval y el Parque Martí, a ametrallar y bombardear la zona. En Cayo Loco Dionisio San Román decide unilateralmente contactar con la fragata Máximo Gómez y no acepta llevar escolta de confianza, pero en la fragata es apresado y trasladado posteriormente en un avión militar hacia La Habana, donde es torturado y asesinado junto a Alejandro González Brito.

Poco después del mediodía los refuerzos del ejército, procedentes de Santa Clara, comenzaron a llegar y la lucha se hizo más violenta en el Colegio San Lorenzo, los portales del teatro Tomás Terry, la Estación de Policía, el Ayuntamiento, los altos de la droguería Cosmopolita y otros puntos aledaños
La dictadura multiplicó sus fuerzas y se dispuso para el ataque final. El hotel La Unión a escasos metros del parque fue convertido en su cuartel general y allí se congregaron unos 1 200 efectivos de Matanzas, La Habana y Camagüey.
Cerca de las seis de la tarde, ante la imposibilidad de llegar a los frentes de combate ubicados en el centro de la ciudad, Julio Camacho, Raúl Roll, Pedro Aragonés y Osvaldo Rodríguez embarcan en un bote hasta cayo Ocampo e intentan llegar al Escambray. Por problemas técnicos, deciden regresar a la ciudad y se esconden en un almacén para posteriormente escapar.
A lo largo de las distintas acciones desplegadas por el Movimiento 26 de Julio, por civiles y miembros de la marina de guerra, cayeron en combate o fueron asesinados por la represión militar batistiana 34 revolucionarios:
Los revolucionarios detenidos no fueron desatendidos. El doctor Osvaldo Dorticós Torrado asumió la defensa de varios de ellos, logrando su liberación tras una gestión de habeas corpus.
Después del triunfo revolucionario de 1959, cuando la Caravana de la Libertad entra en Cienfuegos, Fidel Castro dijo a la multitud reunida en el Parque José Martí: «Había que venir aquí, aunque solo fuera a rendir tributo a los héroes que cayeron el 5 de septiembre de 1957».