Óscar C. L., el subteniente de la Guardia Civil detenido en Ocaña (Toledo) el 14 de marzo, no es el único implicado en una operación antidroga y blanqueo de capitales. Hay al menos otras cinco personas, entre ellas su pareja sentimental y responsable junto con un hermano del prostíbulo Karma, uno de los dos que siguen abiertos en el término municipal de Ontígola.

El guardia civil, de unos cincuenta años, está investigado por revelación de secreto y un delito de tráfico de drogas o contra la salud pública. Supuestamente, facilitaba a la organización datos confidenciales de las bases policiales. Se encuentra en libertad provisional con medidas cautelares judiciales.

Hasta ahora era el jefe del puesto de Ocaña, el más importante de la comarca por el número de agentes (cerca de una treintena) y por la ingente cantidad de asuntos que tramita e investiga por su proximidad a la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, el subteniente ha sido cesado «de manera fulminante» de ese puesto, en el que llevaba alrededor de cinco años. La Guardia Civil le ha abierto también un expediente disciplinario a raíz de esta operación de blanqueo de capitales y tráfico de drogas, centralizada en el club Karma y abierta por la Guardia Civil y la Policía Nacional.

«Ese cuartel es un avispero gordo», resumen las fuentes consultadas. En este caso, que instruye el juzgado número 32 de Madrid, sobrevuela la probable apertura de más expedientes disciplinarios a otros efectivos del puesto, situado en un pueblo de 11.000 habitantes y a diez kilómetros del club de alterne. De hecho, según publica ABC, en la operación que sigue abierta participan tanto Asuntos Internos de la Guardia Civil como de la Policía Nacional.

Los compañeros que han trabajado con Óscar siguen conmocionados desde que conocieron la noticia. «Era un jefe perfecto, al que le daba igual que fuera diario o fin de semana. Cuando faltaba un agente, ahí estaba él. Pero me ha decepcionado como guardia civil», señala un agente que ha trabajado con él. «Muy currante, pero esto no justifica lo que se le imputa», dice otro del subteniente, cuya relación sentimental con la dueña del Karma es larga, «alrededor de tres años».

El club, situado en el polígono industrial de Ontígola y junto a la A-4 (autovía del Sur) sentido Madrid, no es muy grande, aunque fuentes policiales aseguran que es en el que más hechos funestos han sucedido. «En el Karma ha ocurrido de todo», pero no precisan datos. Este establecimiento se llamaba antes Stylo, hasta que la novia del guardia civil y su hermano cambiaron el nombre cuando se pusieron al frente del negocio.

Fuente original: ABC

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