De la quema de fotos del Rey Felipe Vl, a la que el independentismo nos tenía acostumbrados en los últimos años, a la quema de fotos de Pedro Sánchez y Pere Aragonès. El separatismo va cambiando de objetivos y apunta ahora al presidente del Gobierno y al de la Generalitat, en sus reivindicaciones callejeras, como principales objetivos de los más violentos. Un aviso a navegantes de lo que puede ocurrir a finales de semana en Barcelona durante la mesa de negociación. E.R.C. teme con protestas similares, tal como avanzó el jueves Nuestra Hermana OKDIARIO.
Mientras Sánchez y Aragonès apuestan por el diálogo como vía para solucionar el conflicto, en la calle, los sectores más radicales del separatismo responden a esa estrategia de la negociación con violencia. La última muestra, este sábado, durante la manifestación de la izquierda independentista que se ha celebrado en paralelo a la manifestación de la A.N.C. A.M.I. y Òmnium y en la que han participado todos los miembros del Govern, con el propio Pere Aragonès a la cabeza. Escoltado por las juventudes del partido, que prácticamente impedían verle, el president ha recibido también abucheos en esa marcha.
La manifestación en la que se han quemado fotografías de los dos presidentes, y que ha provocado incidentes frente a la prefactura de la Policía de Vía Laietana, estaba convocada por la izquierda independentista –C.U.P., Arran y Sepc entre otros- bajo el lema ‘La lluita es l’únic camí. Ni pactes ni renúncies’ (La lucha es el único camino. Ni pactos ni renuncias). Sobre el fuego también han lanzado decenas de aviones de papel con los nombres de P.S.O.E, Unidas Podemos, E.R.C. y Junts, y han lanzado proclamas como ‘E.R.C. y JxCat la paciencia se ha acabado’ y ‘Ni España ni Francia: Països Catalans’.
Este viernes por la noche, en el Fossar de les Moreres, el exvicepresidente de la Generalitat y líder de Esquerra Oriol Junqueras, que participaba en el acto cuatro años después de hacerlo por última vez, tras recibir el indulto por parte de Sánchez, también fue insultado por los sectores más radicales del independentismo. Junqueras recibió gritos de «traidor» durante su participación en la marcha de antorchas, organizada por las JERC, las juventudes de Esquerra, procedentes por parte de simpatizantes de sus socios de Junts per Catalunya y la C.U.P., que le reprochan su actitud dialogante con el Estado a través de la mesa de negociación que su formación pactó con el P.S.O.E.