Su cabezazo da el triunfo al Almería en el descuento.
El Rayo, que había aguantado con diez desde el 27′, cayó por primera vez en su estadio este curso.
Los de Gomes se meten en playoff.
Había una vez, pero ya no. El Rayo vivía feliz su romance con Vallecas. Todo parecía perfecto. Ahí estaba siendo invencible (ganaba, marcaba y apenas concedía atrás) hasta que llegó el Almería y terminó con el cuento. El gol de Cuenca en el último minuto —de la forma más cruel posible—, rompió el hechizo franjirrojo para prorrogarel buen momento de los de José Gomes, que se cuelan por primera vez en los puestos de playoff. Mientras, los franjirrojos se descuelgan, después de haber aguantado desde el minuto 27′ con uno menos y siendo merecedores de algo más.
Al Rayo le tocaba mostrar su mejor versión, la de local, pero en esta ocasión las cosas no discurrieron según lo previsto. Advíncula llamó a la puerta del partido con un zurdazo que se fue rozando el larguero y Makaridze metió la manopla para atajar un disparo de Pozo a renglón seguido. Tras esas primeras palabras de la Franja, el Almería ejerció su derecho a réplica: se hizo con la posesión y amenazó a balón parado. Los visitantes se sentían más cómodos e iban tejiendo con facilidad jugadas de peligro.Las más infartantes estuvieron en las botas de Sadiq, a pase de Akieme, y de Corpas, asistido por Morlanes. Velázquez truncó la primera y la segunda se marchó fuera por poco.
Los madrileños no ganaban para sustos, aunque el peor llegó con la expulsión de Advíncula por una dura entrada a Sadiq. Iraola dio entrada a Mario Hernández por Pozo y, a pesar de estar con uno menos, los franjirrojos le fueron tomando el pulso al encuentro. Sufrían menos, aparecían más y un cabezazo de Isi, en un córner botado por Trejo, les devolvió cierto protagonismo. Se quedaron a escasos centímetros del 1-0. Mientras que la sensación en el bando rival era la de haber desperdiciado sus oportunidades, dejando vivito y coleando al Rayo.
El Almería a punto estuvo de pegar el zarpazo definitivo a los locales, con un trallazo de Morlanes que sacó astillas al larguero. Sin embargo, la Franja resistía en defensa —con un Catena providencial y enseñaba los dientes en ataque, con un taconazo también de Catena que desvió Samu. Eso sí, Iglesias Villanueva señaló saque de puerta ante el desconcierto general. A partir de ahí, los vallecanos se volcaron en territorio enemigo a través de jugadas de estrategia y una contra que no pudo culminar Andrés.
Dimitrievski se convirtió en un muro contra el que chocaron Sadiq, después de regatear hasta a tres rivales, y Ramazani, que disparó demasiado centrado. A diez minutos del final, todavía deparaban sorpresas. El colegiado mostró la segunda amarilla a Sadiq e igualaba las fuerzas de los contendientes. Pero no fue su única intervención polémica. Tampoco señaló un claro penalti de Maras sobre Qasmi ya es el segundo que le hacen y no le pitan en una semana—. Ya en el último instante, en el último suspiro, el Almería calcó el final ante el Sabadell (se impuso en el descuento) yun testarazo de Cuenca doblegó a un Rayo que veía cómo su entereza y sacrificio resultaba estéril. Y colorín, colorado, la racha en Vallecas se ha acabado.