El equipo de Pepe Mel, que jugó casi una hora con un futbolista menos, no tiró a puerta hasta el minuto 71.
El Sabadell mantuvo siempre el control.
Poca oposición le plantó Las Palmas a un combativo Sabadell. Bien es cierto que la formación insular jugó casi una hora con un jugador menos tras la expulsión de Domínguez, pero tampoco es que hiciera muchos merecimientos para ni siquiera empatar. Suma la segunda derrota consecutiva mientras que los muchachos de Antonio Hidalgo regresan a casa con la sensación del trabajo bien hecho y el desahogo propio que dan tres puntos en la encarnizada lucha por evitar el descenso.
Los caminos del fútbol son tan inescrutables que, probablemente, el Sabadell merezca algo más que luchar por evitar el agónico descenso. Con su inamovible línea de cinco defensas, estupendos carrileros Víctor y Cornud, el equipo de Antonio Hidalgo comenzó el partido excelentemente bien plantado sobre el césped del Estadio Gran Canaria. Le entregó descaradamente el balón a Las Palmas, que nada podía hacer para horadar la roca defensiva rival en el primer tramo del partido.
Pese a que la presión de Benito a punto estuvo de costarle un disgusto a un agobiado Mackay, poco a poco empezó a mostrarse el Sabadell, presionando la salida de balón de Las Palmas, tan obligado el equipo de Mel a despejar la pelota cuanto antes. Sin embargo, la primera ocasión con cierto peligro llegó a cargo de la formación local, minuto 18, cuando un envenenado centro de Álvaro Lemos, que regresaba tras sus problemas musculares, no encontró destinatario. No desesperaba la formación catalana, que tenía el 0-1 prácticamente marcado cuando Suárez, casi en boca de gol, evitó el remate a placer de Álvaro Vázquez.
Desde luego, el propio Vázquez se convertía, con el paso de los minutos, en la mayor pesadilla para Las Palmas. Ocurre que el delantero del Sabadell obligó a Domínguez a lucirse en el minuto 24. Fue su primer aviso de lo que estaba por venir. Mientras, las huestes de Pepe Mel parecían enredarse con la pelota, de cuyo control tanto disfrutan, aunque un fuerte disparo de Benito besó el lateral de la red de Mackay cuando el 1-0 parecía estar subiendo al marcador.
Por su parte, Vázquez seguía a los suyo. Tampoco es que le haga falta mucho balón para provocar un destrozo en la defensa rival, y así lo demostró en el minuto 33 cuando encaró, solo, a Domínguez. Jugada tan rápida como confusa, anduvo listo el delantero del Sabadell, haciendo acopio de dotes artísticas para provocar la expulsión del portero de Las Palmas, condenada desde entonces. Aguantó como pudo el equipo local hasta el descanso, e incluso Valles, que entró por Curbelo, se lució en del descuento tras un cabezazo de Stoichkov. Como las desgracias nunca vienen solas, Curbelo se retiró lesionado minutos antes, dejándole su puesto a Ismael Athuman.
Con cualquier planteamiento previo de partido ya por los aires, Mel dio entrada a Pejiño, que no jugaba desde el 24 de octubre en Cartagena, por un voluntarioso pero desacertado Benito Ramírez. Sin nada que perder, por momentos parecía que era Las Palmas quien jugaba con un futbolista más. El Sabadell continuaba esperando paciente su gran oportunidad, la cual llegó en el minuto 62 cuando Javi Castellano perdió un balón fatal que llegó hasta los dominios de Juan Hernández, incorporado al partido poco antes, quien se plantó en el área canario para encarar a Suárez y cruzar un balón imposible para Valles, atónico ante el 0-1.
El partido, ahora sí, parecía un oasis para el tan bien trabajado equipo de Antonio Hidalgo. Dio un paso atrás el conjunto arlequinado, pero tenía el marcador a favor y un futbolista más sobre el campo. Las Palmas, con mucha más voluntad que acierto, apenas le generaba peligro pese a que le iba la vida en ello. De hecho, su primer disparo entre los tres palos de Mackay no llegó hasta el minuto 71, pero el portero rival no tuvo ninguna dificultad en blocar el flojísimo chut de Pejiño, al que se le notó la evidente falta de ritmo competitivo.
Mel le dio entrada a Mujica, uno de sus dos fichajes invernales (Jesé estaba en la grada), y el delantero grancanario cerca estuvo de empatar el partido tras una delicia de Álvaro Lemos en el saque de una peligrosa falta. Poco más pudo ofrecer Las Palmas para empatar un partido imposible ante un Sabadell que defendió de manera impecable durante los 90 minutos de partido. Justo ganador.
Con este triunfo, los muchachos de Antonio Hidalgo toman aire en esa agónica pelea por el descenso, mientras que Las Palmas se lleva un nuevo sopapo de cruda realidad, acumulando ya dos derrotas consecutivas, en esa óptica ilusión que le lleva a pensar que, a día de hoy, los playoff son un objetivo real.