El hat-trick del sueco y otro gol de Portu aumentan las opciones europeas de los donostiarras y desarbolan a un equipo vitoriano que sólo aguantó hasta el 1-0 y se mete más en el lío.
Alexander Isak cerró de un plumazo la herida que se había abierto en la Real Sociedad en Turín con el sopapo recibido por el Manchester United. Más que de un plumazo, lo hizo con un hat-trick, el primero que hace en la liga española, algo que demuestra su excepcional estado de forma, sumando 12 goles y batiendo el récord de partidos seguidos marcando en la Real de Aldridge y Kovavecic. Ellos marcaron ocho goles en seis partidos consecutivos, el sueco ha hecho nueve. Palabras mayores.
Isak fulminó a base de efectividad a un débil Alavés, que aguantó bien hasta su primer tanto, pero que después se vino abajo un incomprensiblemente, con regalos en defensa que no se puede permitir si no quiere pasar apuros por abajo. Junto a Isak, destacó David Silva, recuperado por fin para la causa realista, demostrando que cuando se le da un poco de aire para respirar se inventa pases que sólo su privilegiada visión de juego es capaz de ver. Portu cerró una goleada en la que Merino y Oyarzabal también sirvieron su protagonismo con pases de gol marca de la casa. De esta manera, la Real demostró personalidad para levantarse del varapalo sufrido en Turín y presentó su candidatura a la Champions, mientras que el Alavés tendrá que reaccionar cuanto antes porque ha recibido nueve goles en dos jornadas, y el descenso acecha peligrosamente.
El partido comenzó como se esperaba. El Alavés bien replegado, esperando atrás para lanzar puñales a la contra con Deyverson, Córdoba y Joselu. Y la Real Sociedad tomando la iniciativa con el balón, tratando de dominar con la posesión a su rival y de nuevo con la defensa adelantada, sin complejos, buscando constantemente la portería de su rival. No parecía tener las dudas esperadas por el tantarantán que recibió en Turín hace tres días. Todo lo contrario, quería revelarse contra sí mismo y contra su propia imagen, como diciendo que lo sucedido contra el Manchester United no es la verdadera medida como equipo. Pero se encontró con un Alavés intenso y que poco a poco, con el paso de los minutos, se fue en busca de la Real, presionando arriba su salida de balón y dificultando mucho su juego.
De hecho, esa presión del equipo de Abelardo le empezó a dar sus frutos, porque los primeros acercamientos con relativo peligro los protagonizó el Alavés, con centros muy peligrosos de Córdoba desde la izquierda y remates de Deyverson detenidos por Remiro. La Real intentaba controlar el juego, pero estaba muy espesa, no lograba encontrar líneas de pase y en los metros finales evidenciaba que estaba atascada. Aunque cuando Silva o Merino lanzaban al equipo, conectaban con la línea de tres y generaban incertidumbre. Pero faltaba el último pase. Hasta que Merino conectó con Isak.
El partido languidecía y llegaba algo tristón al descanso, con la Real un poco desesperada y el Alavés cómodo en su parcela defensiva. Pero el navarro dibujó un pase magistral que cruzó el cielo de Donostia, superando a Laguardia y dejando solo delante de Pacheco a Alexander Isak. El ‘Txipiron sueco’ no fallaba y entraba en la historia. Sexta jornada seguida marcando, para igualar la cifra mágica que solo otros dos delanteros habían logrado en el club donostiarra: Aldridge y Kovacevic. Con ese tanto, la Real llegaba por delante al descanso. Al Alavés le tocaba remar contracorriente.
El equipo vitoriano salió obligado tras el descanso por ese gol de Isak en las postrimerías de la primera mitad. Quiso dar un paso adelante, dejando más espacios entre líneas y, sobre todo, a la espalda de su defensa. Y eso fue su perdición. Las necesidades nunca son buenas consejeras. Y menos si enfrente tienes a la Real, un experto en machacar rivales si le dejas espacios en línea de tres cuartos y si le permites correr. David Silva leyó perfectamente esa nueva situación y empezó su festival. El suyo y el de Alexander Isak, que se marchó por la puerta grande con tres goles, cerrando de un plumazo la herida abierta por el Manchester United en Turín. Primero fue un pase entre líneas maravilloso de Silva que Isak aprovechó para fusionar a Pacheco. Con el 2-0 el partido parecía finiquitado, porque la Real estaba ‘on fire’ y el Alavés parecía que bajaba los brazos con errores defensivos muy graves. Después, el canario habilitó en velocidad a Oyarzabal por la banda izquierda y su centro lo remató en boca de gol Isak. Uno, dos y tres. Primer hat-trick en LaLiga del sueco.
Pero no contento con eso, Silva volvió a hacer una acción individual fantástica en línea de tres cuartos para dejarle en clara situación de ventaja a Portu, que volvía a marcar por fin desde el 31 de diciembre en una buena conducción y mejor definición. Con el partido ya cerrado, Merino vio su quinta amarilla y no podrá jugar contra el Real Madrid, y pudo ver la segunda amarilla, pero el colegiado miró para otro lado con su mano en el centro de campo. Lucas Pérez pudo marcar el gol del honor, pero Remiro demostró que la Real también tiene portero y se unió a la fiesta dejando su portería a cero. La Real suma 41 puntos y apunta ambiciosa a la Champions, levantándose del 0-4 de Turín; el Alavés recibió otra goleada y el aspecto defensivo empieza a preocupar, porque el descenso sigue acechando demasiado cerca.