El delantero marcó a los diez minutos de su debut con la Franja. Antes lo habían hecho Trejo de penalti y Ciss de cabeza.
Dimitrievski detuvo un penalti a Ünal en el 86′ y el Geta vuelve a caer.
Vallecas volvió a ser una fiesta. Esta vez comenzó con un penalti del mago Trejo, continuó con el cabezazo de un trabajador Ciss y terminó con el zarpazo de Falcao. El Tigre no necesitó más de diez minutos sobre el césped para ver puerta y redondear su estreno con la Franja. El Rayo demostró que su anterior goleada en casa al Granada no fue un espejismo y camina con paso firme por Primera, mientras que el Getafe es incapaz de levantarse de la lona. Los azulones se han olvidado de ganar y encadenan su quinta derrota consecutiva.
El partido transitaba entre la ilusión de los locales y la necesidad de los visitantes. Ingredientes que lo sacudieron desde los primeros instantes. No tardó ni dos minutos el Getafe en romper el hielo y casi la madera, donde se estrelló una falta directa de Ünal. La respuesta de los franjirrojos no se hizo esperar y Soria tuvo que intervenir para atajar un cabezazo de Saveljich.
El juego continuó, pero algo había sucedido. Nteka permanecía tendido en el suelo. El origen estuvo en un golpe de Djené en la cara del delantero rayista y Cordero Vega fue, minutos después y alertado desde la sala VOR, a revisar la acción en el monitor. El árbitro señaló penalti y mostró la amarilla al central azulón, aunque también se la llevó Bebé por las protestas. Trejo no falló y adelantó a los locales desde los once metros, como ya hiciera frente al Granada. Dos goles y los dos de penalti en Vallecas.
Mientras, la mala suerte seguía cebándose con el Getafe. A esa discutible pena máxima en contra, se sumó la lesión del que estaba siendo su hombre más en forma en el inicio liguero, Jankto. Se quedó clavado en el césped y en seguida notó que su pierna izquierda se había roto. El getafense no pudo continuar y tuvo que salir en camilla, entre gestos de dolor y la ovación de la grada. Los visitantes no se dejaron ir. Lo intentó Aleñá desde lejos y Ünal —el motor de los suyos—, de nuevo a balón parado. Después, tras un córner, volvió a intentarlo Cuenca. Agua.
La intensidad era alta y el ritmo, frenético, especialmente el de las tarjetas. Chema, Damián, Olivera, Saveljich, Comesaña… No había manera de que el juego fluyese y los de Míchel lo apostaron todo a la estrategia. Sin embargo, ese plan no inquietaba en exceso a Dimitrievski porque el del Rayo estaba dando sus frutos. Y éste pasaba por Trejo. Fue el faro de la Franja y el mago que tiraba de clase cuando el número lo requería y se remangaba si era necesario bregar. El tiempo pasa por sus botas, pero no por sus piernas. El Chocota marcó al Getafe en su primer partido en Primera —por entonces jugaba en el Mallorca, 8 de abril de 2007— y lo volvió a hacer en su número cien de la máxima categoría.
El pinganillo de Cordero Vega retrasó el inicio de la segunda parte. Para la que Míchel dispuso dos cambios con el objetivo de reanimar su mediocampo. Sólo se jugaron dos minutos antes de que el colegiado detuviese el duelo de nuevo por sus problemas técnicos. El Getafe se hizo con el balón y pintaba de otra manera, tejiendo jugadas ante unos franjirrojos bien plantados atrás, que desbarataron el peligro de Macías.
Un fuera de juego impidió que el gol de Saveljich subiese al marcador, aunque sirvió para que las faltas y las interrupciones dejaran sitio al juego y las ocasiones. A la locura. Soria le estropeó el gol de cabeza a Catena y llegó el momento de Falcao para locura de la grada. Iraola y Míchel aprovecharon para meter más dinamita. Explotó. El colombiano, prácticamente en el primer balón que tocó, forzó un córner que terminó cabeceando Pathé Ciss, después de que lo hiciera antes Catena, al fondo de la portería.
Pero no. El partido no había terminado. El Rayo se estaba viniendo arriba y Falcao —apenas diez minutos después de debutar con la Franja— demostró que sigue siendo el rey. Se desmarcó, pisó el área, levantó la cabeza y fusiló a Soria para el delirio de la parroquia rayista. Tal día como hoy, de hace una década, se estrenaba con la camiseta del Atlético y firmaba un hat-trick. El colombiano no ha perdido el olfato. Y aunque muchos pensaran que ese era el fin de fiesta, quedaba tiempo para más. Cordero Vega revisó una acción de Balliu y dictaminó penalti. Ahí, Dimitrievski se hizo gigante y detuvo el lanzamiento de Ünal. Pudo ampliar la ventaja el Rayo, con un lanzamiento de Ciss. Pero ahora sí (y después de nueve minutos de añadido) terminó el duelo, que no la fiesta porque la ilusión se ha instaurado en Vallecas.