Los goles de Ely, en propia puerta, y Álvaro, a los 19 segundos de saltar al campo, colocan a los franjirrojos en el quinto puesto y a tres puntos de la Champions.
La vida es para los que sueñan, los que arriesgan, los que no tienen miedo a caer sino experiencia en levantarse. La vida es para los pillos, los que saben aprovechar sus oportunidades y ganar cuando el resto se ha despeñado. Así es como el Rayo se ha proclamado primero de Vallecas y quinto de LaLiga Santander. Ya inmerso en puestos europeos, se desempolvó el cántico de: ‘El año que viene Rayo-Liverpool’. Sin duda, la mejor banda sonora para el Centenario… Y lo hizo después de sacudirse la presión y la intensidad de un Almería que salió avasallador y terminó avasallado. Ely, en propia puerta, y Álvaro con asistencia de un Isi imperial una vez más dieron el triunfo a los franjirrojos, con licencia para soñar, y un nuevo sopapo de realidad a los indálicos, que todavía no han ganado a domicilio.
El Almería salió a morder y sólo tardó tres minutos en mostrar el colmillo. Embarba se la puso a Robertone, que obligó a meter la manopla a Dimitrievski y acto seguido Melero estuvo a punto de abrir el marcador tras el córner, la especialidad indálica y el principal dolor de cabeza del Rayo este curso. El partido estaba revolucionado, gracias a los pupilos de Rubi, que imponían su ritmo frenético. Isi aprovechó un centro de Fran García para probar a Fernando desde la frontal. El guardameta visitante voló y firmó un paradón. Sin embargo, Dimitrievski no se quedó atrás y sacó un mano a mano con Baptistao. Los ex de la Franja le tenían ganas y metieron una marcha más a un duelo eléctrico. Mientras los madrileños trataban de buscar el balón y retomar el control, Robertone imponía su ley.

El combate era un constante intercambio de golpes. Melero, agua. Lejeune, agua. Isi cazó el rechace a un tiro de Andrés para poner el 1-0 en claro fuera de juego y la grada se quedó sin celebración. Eso sí, pronto se confirmó el plan almeriense: córner tras córner. El Rayo consiguió zafarse de la presión rival y tejió, a la contra, su ocasión más clara. Isi se la sirvió a Trejo y éste le coló el esférico bajo las piernas a Fernando, aunque ahí apareció Samu para cortar el peligro. No encontró la portería un nuevo trallazo del extremo de Cieza, a quien no frenaron las faltas. Y mira que fueron recurrentes… Los madrileños replegaron y Dimitrievski sofocó cualquier atisbo de incendio generado por Robertone. Ni Fran García con un tiro lejano, ni Lejeune de un golpe franco movieron el 0-0.
La segunda parte abrió el telón con la misma acción con que cayó el de la primera: una falta de Lejeune que murió en las manoplas de Fernando. El Rayo salió más enchufado y los de Rubi mostraron menos fuelle. Se habían invertido los papeles. Y como el Almería tenía querencia por el córner, así le cayó el 1-0. Lo botó Isi y Ely se lo marcó en propia puerta cuando trataba de evitar que lo rematase Óscar Valentín. Vallecas dio calor a la fría noche de lunes con cánticos y nuevas ocasiones. Andrés Martín disparó al muñeco y Camello recibió una falta en cuanto rondó los dominios indálicos. Iraola sacó a Álvaro y éste sólo tardó 19 segundos en poner el 2-0. Raudo y veloz. Isi recuperó el balón pegado a la banda, se metió hacia el centro y asistió al utrerano, quien primero recortó y después la colocó al palo contrario. Así batió el récord de gol más rápido de un suplente esta campaña.

El carrusel de cambios no viró el rumbo del partido. Sólo hubo un susto en la recta final. Dimitrievski repelió un derechazo de Sousa y posteriormente el rechace que había cogido El Bilal. Tuvo dos trallazos De Tomás y se marcharon al cielo. El límite de los sueños de Vallecas. Y es que al “rellenador de horarios” se le da muy bien los lunes. Ha hecho pleno de triunfos. Esta vez las vistas a Europa no marearon al Rayo, que tiene la Champions (sí, la Champions) a tres puntos.