La primera parte fue para el Fuenlabrada, mientras que el conjunto de Óscar Cano hizo suyo el segundo acto.

No faltaron las ocasiones para ambos.

Un empate en una gran batalla de dos de los equipos llamados a ser de las revelaciones de la temporada. El Fuenlabrada, que todavía no conoce la derrota tras la disputa de cinco jornadas, dominó en la primera parte, pero el Castellón, equipo trabajado de una manera excelente por Óscar Cano, consiguió las tabllas en un segundo tiempo con claro color orellut.

Si hay dos equipos que han empezado la temporada con la flecha hacia arriba son Fuenlabrada y Castellón. Ésto se vio en los primeros minutos de juego donde ambos conjuntos, con un fútbol confiado y acertado, buscaron la portería rival. Los locales, con un fútbol amasado bajo la batuta de un Cristóbal incombustible y los de Cano, con un Marc Mateu que en su bota izquierda tiene una barra libre de lanzamientos medidos. Un golpeo de balón muy a lo Beckham, el suyo.

El paso de los minutos hizo pequeño al Castellón gracias a la dupla Ciss-Cristóbal, este último rondando el gol en todo momento. Senegalés y español, agua y aceite, encajan a la perfección y eso se hizo valer en los primeros 45 minutos. Tanto fue así que en el 17’, Cristóbal adelantó a los suyos al cazar un balón muerto en la frontal del área. El ocho azulón, creador y finalizador en el Torres.

El bombardeo azulón no acabó ahí. Feuillassier, en el 20’, y Mula, en el 25’, rondaron el tanto con tiros desde la frontal del área. El Fuenlabrada sumando registros y no viviendo sólo del balón largo. Mientras, el Castellón sufría y sufría tanto por las bandas como por los carriles centrales esperando que el árbitro pitara el final del encuentro.Puro dominio kiriko en el primer acto.

El paso por vestuarios no afectó a un Fuenlabrada que ya en 46’ avisó con un tiro franco de Kanté que Campos atajó. Sin embargo, el Castellón sí que era otro tras el descanso. Con más acierto con el balón y más peligro en las jugadas de estrategia. Con esta suerte, llegó el tanto del empate visitante. Pol Valentín abandonó su marca y Lapeña, gran partido el suyo, cabeceaba sólo en el minuto 55.  

El gol noqueó a los azulones y Sandoval, para despertar a los suyos, realizó un triple cambio a la hora de partido: Sekou Gassama por Kanté, Cristóbal por Fuentes y Pinchi por Mula. Con este nuevo equipo azulón sobre el césped, el duelo siguió por los mismos derroteros con un Castellón que en cada saque de esquina a favor hacía temblar a la parroquia azulona. Sólo Aldair Fuentes tuvo un estéril intento nada más ingresar en el verde.

Cuando las pulsaciones de ambos conjuntos bajaron, ambos equipos hicieron bueno el empate y quedaron en verse en la segunda vuelta quien sabe si ya con la salvación amarrada. Desde luego, el nivel mostrado en el duelo invita a pensar en ello.