Los albivermellos fueron mejores y sumaron su primera victoria en liga.

El Huesca acumula su tercera derrota consecutiva.

A los cinco minutos el Lugo ya había reclamado un penalti, rematado con peligro un córner y marcado un gol. El tanto de Gerard Valentín a pase de Chris Ramos culminaba una contra perfecta y un inicio arrollador del Lugo ante un Huesca demasiado blando. A los diez minutos los de Albés ya habían rematado cuatro veces a puerta, y al conjunto de Ambriz se le veían las costuras. Tras el vértigo el Lugo reculó y cedió posesión al Huesca, que no lograba crear peligro.

Pero los oscenses tienen calidad y el Lugo mala suerte, y ambos ingredientes se juntaron cuando una falta de Ferreiro fue peinada por Barreiro, que se la coló en propia puerta. A partir de ahí, el partido se volteó y de nuevo a balón parado el Huesca marcó el segundo con un cabezazo de Escriche a la salida de un corner. La ley del ex y un perdido Lebedenko ayudaron.

La segunda parte cogió al Huesca con la lección aprendida. Líneas juntas y sin espacios ante un Lugo que ahora si tenía el balón, pero no huecos. Cuando a los albivermellos les toca gestionar la pelota, la creación se les hace un mundo y el Huesca lo sabía, mucho más sólido que en la primera parte. Salió Pita para dar criterio al juego local y Pitta para afilar el ataque visitante.

Albés cargó el área rival con todo lo que tenía y el premio le llegó en el 82, con un gol de Manu Barreiro tras una pifia de Andrés y el delirio apenas cuatro minutos después, con la remontada final del gol de Cuéllar. Albés sale reforzado y Ambriz, cuestionado.