Tercer tropiezo de un Leganés que volvió a dejar un reguero de impotencia en el área rival.
Graves fallos en defensa. Ekain, autor del histórico gol balear.
El Leganés se ha zambullido de lleno en un océano de urgencias que apunta a una crisis inesperada. Los pepineros cayeron ante un Ibiza serio y suman su tercer tropiezo en un inicio de temporada que debía ser travesía relajada frente a tres recién ascendidos. Error. Real Sociedad B, Burgos e Ibiza desplegaron mejores recursos futbolísticos que un Lega deshilachado que, contra los baleares se mostró de nuevo, romo e impaciente en exceso. También fallón en defensa, la única virtud en la que los blanquiazules se mantenían firmes. Un sainete en el área permitió a Casteladelantarse en el marcador. Arnáiz replicó dos minutos después para dibujar el empate con un buen zurdazo. Amago de reacción insuficiente. La pizarra de Carcedose merendó la de Garitano en el 1-2 de Ekain. Una estrategia tan brillante como el despliegue visitante. El Ibiza suma su primer triunfo en Segunda División.
Alejado de la burocracia de los lunes, Butarque inspiró de nuevo verdadero ambiente de fútbol más de año y medio después. Respondió una hinchada que agotó el papel disponible (4.454 entradas) y asaltó su hogar exudando ilusión y euforia. Cóctel de esperanza que fermentó al descanso en silbidos. En bronca. Semejante volantazo anímico caminó a la par que el futbol de un Leganés que se intuía potente, pero acabó la primera mitad apático, deshilachado en un rocoso plan A que perpetuó la sequía de gol que apelmaza a los madrileños en este comienzo de curso. Sólo un tiro entre palos en 45 minutos (los mismo que el Ibiza) se intuye botín escaso para un candidato al ascenso frente a un recién ascendido.
Y eso que, apenas iniciado el choque, se desperezaron violentos de los de Garitano, con un mano a mano de Sabin Merino que tiró cruzado por poco. Corría el minuto 3 y lo que se intuía como una tormenta desatada de juego ofensivo, fue apenas suave brisa veraniega enlatada en impotencia. El Leganés llegó a meter hasta trece centros al área en la primera parte, pero sólo tres encontraron aliado blanquiazul frente a un Ibiza seguro en su trinchera y afilado en la salida de balón. Sus contras generaron más sensación de peligro que el constante rondar pepinero de una meta, la de Germán, tranquila en exceso más allá del remate inaugural. Bárcenas (imaginativo) y Perea (desatado), tuvieron las otras dos más claras frente a los remates de Javi Pérez y Cifuentes, encargados de avisar a Riesgo de los peligros visitantes.
Amenaza recurrente que derivó en gol apenas reanudado el partido cuando en el 54’ perpetró el Lega un sainete defensivo que derivó en el balón suelto que Castelembocó con facilidad pornográfica en el área chica. El tanto eyectó una bruma de pánico que, para fortuna de Garitano, Arnáiz disipó de un cañonazo 120 segundos después. Su cabalgada en el área terminó en un zurdazo seco que, además de igualar el partido e inaugurar el casillero blanquiazul de la temporada tras 236 minutos, regaló una vida extra al banquillo blanquiazul. De él emergieron la valentía de Garcésy el descaro de Naim para interar acelerar el pulso de los suyos. También del partido.